Dos extraños

1991 Palabras
Alianzas, secretos, verdades e injusticia, de eso está lleno este mundo, todos tienen algo que esconder, ya sea por protección o por placer, siempre hay una razón, de eso estoy segura. -Buenas noches señora Malloy, ¿desea cenar?- -Hola Ana, no deseo comer hoy, mejor dime ¿el señor está?- -En el despacho.- -Bien.- Cada día son las mismas conversaciones, Ana nuestra empleada solo escucha como cada uno de los dos habitantes de esta gran mansión pregunta por el otro. ¿Por qué lo hacemos? No lo sé, quizás solo por saber si alguno murió. Paso a mi habitación, en el segundo piso al final del pasillo una puerta de madera tallada se abre, es mi prisión o mi lugar de resguardo, la verdad no lo sé. Entro a mi espacio, es completamente blanco, dejo caer mi vestido al suelo, mi cuerpo desnudo recorre el lugar hasta llegar al baño, una ducha es lo que necesito en este momento. Mientras el agua cae voy pensando en todo lo que mañana tengo que hacer, la reunión de accionistas es importante, el reporte de ventas está listo y con cifras positivas, también sé que debo hacer una compras para esta casa, el pago de los impuestos está a punto de vencer. Limpio el espejo, quiero verme, siento que los años se están pasando y yo sigo aquí, dejando pasar la vida. Retiró un poco mi cabello del rostro, me alivia saber que aún tengo 25 años, mi piel es joven, no hay líneas de expresión, mi cabello n***o azabache cae por mis hombros cubriendo mis senos. Mis ojos sin expresión alguna siguen siendo café. Me giro un poco para ver mi cuerpo, la misma Olivia está aquí, cuerpo definido, trasero firme y cintura pequeña. Pero siento que el alma no lo está, siento que la vida que soñé se me escapó de las manos, no sé si podré cumplirle a la niña que escribía en ese diario rosa sus pensamientos. Es hora de pasar a la cama, debo dejar ya de pensar en tonterías, aceptar la realidad es mejor. Salgo del baño encontrándome con el que aún no defino si es mi verdugo o simplemente compañero de celda. -Olivia.- escucho decir.- -James.- respondo sin observarlo, paso a mi armario y saco una pijama de seda. El solo camina detrás de mí, así son nuestras conversaciones, nuestro nombre, la petición y la puerta sonar. -Mañana es un día importante, sabes que todos los accionistas vendrán.- menciona metiendo las manos en el bolsillo. James Malloy es todo lo perfecto que puede existir en un hombre. Presencia imponente, carismático y sin dejar atrás que es un tiburón para los negocios, el problema es que todo lo bueno es una fachada para los demás, a mi me toca, el frío y arrogante. -Lo sé, nuestras familias estarán aquí.- mencioné soltando mi toalla, aplicaba mis cremas mientras él seguía hablando, la verdad no me incomodaba si me veía, me incomoda su sola presencia.- -Entonces sabes que implica.- -James lo sé todo, mañana como siempre fingiré ser la esposa devota, no tienes que repetirlo.- mencioné dándome la vuelta, siempre es la misma historia, no entiendo por qué debe recordarme lo que tengo que hacer.- -Mañana les anunciaré a todos que tú y yo nos quedaremos con la compañía, ya tengo el plan de compra de sus acciones, espero que me apoyes en la propuesta.- -Por supuesto, una esposa devota como yo lo hará.- mencioné llegando a su lado, pase mis manos por su cuello, su rostro no muestra expresión alguna, es más frío que un témpano de hielo, puedo sentir sus manos subiendo por mi cintura.- Me atrevo a decir que es el hombre más bello que jamás mis ojos vieron, su cabello n***o con una ligera onda al frente, deja caer un mechón que parece ser el propio Clark Kent, su piel es dorada, sus labios son jugosos, los adorna un ligero bigote que le llamamos candado, sus dientes son blancos al punto que al sonreír ilumina una sala. Sus ojos son igual de oscuro a las noches, todo en el es perfecto, tanto que miles de mujeres dejan comentarios al día en su IG, todas desean una cita. Es que no es algo de minimizar, su aura de chico cubano o isleño le queda perfecto. El único problema es que él y yo, no tenemos conexión alguna. Sus manos llegaron a mis brazos, su mirada estaba fija en mi, se muy bien que viene alguno de sus comentarios comunes. -No tengo duda de que eres buena para fingir.- mencionó soltando mis brazos de su cuello, yo solo sonreí y me metí debajo de mis sábanas, James salió cerrando mi puerta. Hoy hablamos más de lo que hemos hecho en estos casi tres años de matrimonio. James y yo solo tenemos un idioma y es la compañía. Creo que todas las noches me hago la misma pregunta…¿cómo llegué a esto? No entiendo como mi vida cambió radicalmente, un día estaba a punta de casarme con el hombre que creía sería el amor de mi vida, pero al otro días decía acepto a su hermano, el hombre más misterioso y poco expresivo. Tres años atrás… -Padre no entiendo por qué debo desposar a James, ¿acaso no sabes que él ama a mi hermana?, también eres consciente que estoy comprometida con Gabriel.- mencioné entrando a su despacho, mi padre un hombre de negocios, un As en el mudando del dinero, pero en la vida personal, pésimo esposo y padre ausente,- -Son negocios Olivia, te estoy garantizando una vida exitosa.- -¿Desposando a James? La verdad no sé qué tienes en la cabeza, jamás me escuchas, pero espero que esto si, yo no me casaré con James Malloy, así tenga que huir con Gabriel lo haré.- mencioné tratando de huir de esa conversación sin sentido.- -¡Es una orden!- lo escuché gritar, todo con él es igual, una maldita orden.- Salí golpeando la puerta, siempre es lo mismo, cada que decido algo por mi misma mi padre interviene. “Padre cuando sea grande me gustaría ser arquitecta..” No, tienes que ser una mujer de negocios igual que yo… “Padre la empresa de publicidad de la tía Alice me pidió ser su imagen, me gustaría ser… No, tú no tienes que mostrarte de esa manera al público, recuerda que tienes que estudiar… “Padre me iré de viaje con mis amigas, una de ellas cumple años..” No, no está bien visto que se vayan de plan de mujeres, tienes una reputación que cuidar… Y así ha sido todo, un constante no a mis sueños y deseos, pero en cambio a mi hermana Beatriz todo se le ha concedido, ella es la modelo, la viajera, la influencer y la niña consentida, mi padre la complace en todo. Me desperté con el peso de una mala noche, el hecho de saber que los Malloy y Santamaría estaríamos reunidos me revolvía el estómago. Sobre todo por que sé que mi hermana está de vuelta, se cansó de viajar y derrochar dinero por el mundo, ella lo llama “pasar la depresión por perder el amor de su vida”. Sé que James la ama, jamás ha dejado de hacerlo, fue su novia por dos años, tenían planes de casarse, pero el terminó aceptando ser mi esposo, ¿el por qué? Un acuerdo entre mi padre y su padre, si nos desposábamos nos entregarían la compañía. Él tomaría la presidencia y yo la vicepresidencia comercial, siempre el machismo pero en este caso lo aceptaba, James es muy bueno para liderar y yo para vender, en eso si funcionábamos como dupla, en todo lo demás éramos un desastre. -Ana por favor toma una docena de trajes y llévalos a la habitación de James.- -Claro señora, le llevaré todo lo necesario.- -Por favor alista todo para la llegada de nuestros padres.- -Si.- Ella sabía que tenía que hacer igual que yo, cuando nuestra familia venía yo dormía con James, mi ropa estaba en su armario junto con mis cosas, está habitación se sella por completo, un gran retrato de los dos cubre mi puerta. Me visto de blanco completamente, un vestido tallado al cuerpo, mis pierna son largas y estilizadas, mi trasero se ve bien bajo esta tela delicada, dejo mi cabello en ondas y mi labial rosa pálido. Suelo maquillarme muy delicado, no me gusta verme como un guason. Tomó mi portafolio y salgo, un café está listo así que lo tomo en mi mano, lo beberé de camino. James ya está en el auto esperándome, es lo mismo cada día, un buen día y un camino en silencio, solo se escucha la voz de Julian su asistente, informa los pendientes del día. Malloy & Santamaría Arquitectura estaba frente a nosotros, este es nuestros trabajo desde hace tres años, James sale primero del auto, abre la puerta y me toma la mano, yo le sonrío como siempre y comenzamos a caminar sin soltar nuestro contacto, el rostro del personal es de amor, todos creen que somos la pareja perfecta. -Señores buenos días, se espera la llegada de los accionistas en treinta minutos.- escucho a María, ella es mi secretaria.- -Gracias María, estaremos listos.- mencioné ingresando al ascensor, James pone su mano detrás de mi cintura, seguimos en el juego.- Me quedo en mi piso, mi esposo me da un beso, desea un lindo día y se marcha, solo escucho a María susurrar que somos muy tiernos. Yo solo sonrío con amargura y paso a mi oficina, debo respirar profundo, esta reunión es importante, James les dirá que ahora solo los dos seremos los dueños, no queremos más su participación en la sociedad, aunque lo que más temo es que los amores del pasado volverán. Hoy estará aquí, Beatriz y Gabriel, ellos los que serían nuestras parejas oficiales vuelven aparecer, solo espero que James acepte por fin el amor que tiene hacia su primer amor y solicite el divorcio. -¡Hermana!- escucho decir, levanto mi vista para verla, aquí está Beatriz, mi hermana menor, viste de diseñador, trae un vestido rojo para causar impacto, puedo ver que su cuerpo ha sido retocado un par de veces, camina contoneando su cadera hacia mi escritorio.- -¿Qué haces en mi oficina?- pregunté -Vengo a pedirte de buena manera que te divorcies de James.- -¿Por qué lo haría?- -No te hagas la tonta, sé muy bien que no se quieren, James me ha amado por cinco años ya, tres de esos estando a tu lado.- -¿A qué viene todo esto?-pregunté -Por qué esta vez no me haré a un lado, vine para será la esposa y madre de los hijos de James.- -¿Madre?- pregunté con incredulidad.- -Si, ya lo hablamos y estoy de acuerdo en darle un hijo, espero que pronto esté creciendo en mi vientre.- -Creo que me perdí, ¿quiénes hablaron? Pregunté -James y yo, hace un momento estuve en su oficina, no sabes cómo recordamos los viejos tiempos, le mencioné que venía por el, se mostró feliz que incluso hablamos de una vida juntos, eso incluye nuestros hijos.- Me levanté furiosa de mi puesto y fui tras James, si bien es cierto el ama a Beatriz, lo dos tenemos un acuerdo el cual yo he cumplido. Abrí su puerta sin tocar, él estaba hablando por el celular cerca a la ventana, tan pronto me vio colgó. -¿Qué pasa?- preguntó -James quiero el divorcio.- fue lo único que mencioné… Creo que es hora que comience a tomar decisiones en mi vida, sé que mi padre puso sus leyes pero yo las acepté, pueden decir que fue por dinero o personal, eso solo yo lo sé, lo único que está claro es que ya me cansé de ser una marioneta. Olivia Malloy… o mejor Olivia Santamaría comenzará a vivir por ella…
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