Verdades

1910 Palabras
Llegamos a casa, las luces estaban encendidas, como era de esperarse todos los buitres estaban aquí esperando. James y yo nos bajamos del auto, entraríamos a la casa pero vi como él se detuvo, giró su rostro, su mirada estaba puesta en nuestra cerca, una árbol en particular. -¿Qué pasa?- pregunté James levantó su mano, apuntó con su dedo simulando una pistola, hizo un disparo de ficción. -¡Ah! Me diste James.- escuché decir.- Nuestra pequeña vecina Emilia estaba en el árbol, ella siempre pasaba a nuestro jardín, era una niña hermosa y muy especial. Emilia vino corriendo, James extendió sus brazos y ella se subió. -¿Cómo es que siempre me descubres?- preguntó -Eres muy ruidosa Emilia, no lograrás asustarme jamás.- respondió James, los veía y me encantaba, su faceta de hombre antipático se derrumbaba, ahora los dos estaban envueltos en abrazos.- -¿Ya comiste Emi?- pregunté -Hola Olivia, aún no, mamá está… bueno ya sabes.- mencionó con cara triste.- Nuestra vecina Amanda se mudó hace cuatro años, ella y su esposo eran la pareja perfecta, se amaban tanto que nació su hija Emilia, una niña que tiene ahora seis años, los unió más que nunca, al menos eso creía. Hace un año aproximadamente un accidente lo cambió todo, una llamada a Amanda le anunciaba que su esposo había fallecido en un accidente, pero más que el dolor de perder a su amor, lo que de verdad dolió fue que él estaba con la que sería su amante en el auto, ella tenía cinco meses de embarazo, al parecer los dos estaban fugándose. Amanda se quebró emocionalmente, desde ese día se perdió en su mente. Nunca más volvió a salir de casa, Emilia no siguió en la escuela, ella era cuidada en casa por el personal, al menos su padre la tenía en el seguro de vida, la pequeña heredó una fortuna, es la razón por que aún sigan viviendo en este lugar aún cuando su madre no trabaja. -Ratona vamos a dentro, cenarás esta noche con nosotros.- mencionó James, ella seguía en sus brazos, al menos me sentía feliz que tendría a la niña a mi lado, un bálsamo.- Efectivamente todos estaban reunidos, los veía pasearse como los dueños, se supone que está era mi casa. -¡Por fin llegaron!- mencionó mi padre -¿Cuando se marchan?- fue lo que pregunté -Hermana tú siempre con tu mala cara, decidimos pasar una temporada aquí.- mencionó Beatriz, creo que su sola presencia me hervía el alma pero verla con uno de mis vestidos puestos me sacó de quicio.- -Quítate mi ropa.- mencioné Todos la observaban, se había puesto uno de mis vestidos favoritos, era rojo de seda, me gustaba como quedaba en mi cuerpo. -¡Oh! Hermana, la verdad me puse esta baratija para estar en casa, como sabrás mis vestidos son muy finos para tenerlos aquí.- -Beatriz ve y te quitas ese vestido, no tienes derecho a tomar las cosas de mi esposa.- mencionó James.- -Olivia pero no es lo único, vi a esa mujer esta tarde en tu balcón, tenía puesta tu ropa interior y pijamas.- mencionó Emilia -¡¿Qué?!- pregunté -Esa pequeña miente, yo no haría algo así.- Dejé el salón principal y corrí a la habitación de James, abrí los cajones y efectivamente estaba mis prendas en otra posición. Tome todo en una bolsa y volví a la sala , sin que me dijeran algo encendí la chimenea, una a una de mis prendas quedaron allí. -¡Estás loca Olivia! ¿Por qué quemas la ropa?- gritaba Ursula.- -Me da asco pensar que mi hermana se puso mi ropa.- mencioné y pasé a servirme un trago, Emilia llegó a mi lado y sostuvo mi mano.- -Perdóname por decirte.- -No te preocupes, la verdad lo agradezco, es por eso que ahora serás mi espía, quiero que vigiles esta casa todo el día, sé que no es difícil para ti.- -Lo haré.- respondió -Mi señora es hora de la cena.- mencionó Ana Yo seguí con la mano entrelazada con Emilia, fuimos al comedor, todos hablaban entre sí, James solo me observaba. Me senté y Emilia a mi lado, todos nos observaban, sobre todo a la pequeña. -¿Ella quién es?- preguntó Ursula.- -Es mi ahijada junto con Livi, se llama Emilia.- respondió James Y la verdad lo era, hace dos años que celebraron su bautizo, James y yo fuimos los elegidos, desde ese día Emilia pasaba más tiempo en nuestra casa que en la propia. -¿Qué hace aquí? Solo la familia está reunida.- mencionó Beatriz, pude ver que traía otro vestido, se había quitado el mío.- -Ella es más familia que tú… hermana.- mencioné Trajeron la comida, con cuidado ayudaba a Emilia a comer, le escribí un mensaje a su madre, quería que supiera que estaba aquí.- -Oli hoy me encontré con los Sáenz, me han dicho que el sábado es la fiesta de don Ernesto.- intervino Gabriel.- -Así es Gabo, Jhon me dejó la invitación.- -¿Irás?- -Aún no lo sé.- mencioné bebiendo un poco de vino.- -Gabriel no insistas, mi hermana es una mojigata aburrida, ella y las fiestas no van, dame a mí la invitación, iré con James.- mencionó Beatriz -Hermana respóndeme algo.- -Claro dime.- -¿Vienes a restablecer tu relación con James?- pregunté -Así es, él me dijo que estaría contigo por tres años, Justo cuando el contrato terminara.- -¿Qué contrato?-pregunte -Mi querida hermana veo que mi James jamás te lo dijo, pero ya me aburrí de permanecer en las sombras, es hora que sepas la verdad, me arte de seguir mintiendo.-mencionó sonriendo.- Todos se veían entre sí, parecía que sabían algo y yo no. -James ¿me puedes explicar?- pedí -No es nada Livi, solo tonterías.- se apresuro a responder.- -No James no son tonterías, Olivia ya debe saber que este falso matrimonio tenía fecha de caducidad, el cual se cumple cuando sean tres años, sé muy bien que en dos meses los cumplirán.- -¡No se atrevan!- exigió James.- -¿Tiene fecha fin?- pregunté -Olivia debes saber algo, el abuelo estipuló una herencia la cual se haría efectiva al cumplir tres años de matrimonio, debía ser la mayor de la familia.- mencionó mi padre.- -Bien, eso no me explica aún nada.- -Tu te ibas a casar conmigo Olí pero el abuelo se negó, él le dio el aval para que el mayor de los Malloy se casara contigo, de lo contrario donaría la herencia a la caridad.- Ahora fue Gabriel el que hablaba, yo seguía sin entender. -Todos decidimos que te casaras con James, sería un contrato de tres años.-mencionó mi padre.- -¿Qué ganan ustedes?- -Bueno, la verdad la herencia es tuya y de James, un valor que supera cualquier cifra.- -A ver si entiendo, me hicieron casar con James para que el abuelo me dejara la herencia ¿es así?- pregunté -Si Olí, eres la dueña de al menos 1.250 millones de dólares.- mencionó Gabriel, yo los observaba a todos, ellos habían planeado toda mi vida y ni cuenta me había dado.- -¿Qué ganan ustedes? Según se la herencia es mía.- -No del todo hija, al casarte se estableció una cláusula que dice que James como tu esposo será el custodio de tus bienes, él es el dueño de la herencia la cual se hará efectiva el próximo mes.- Sentía que el suelo se abría en dos, mi cuerpo estaba cayendo lentamente, todos aquí habían orquestado un plan y caí como tonta. -Hermana como sabrás esa herencia será para James y yo, bueno una parte para Gabriel, todos somos víctimas aquí.- mencionó Beatriz.- -¿Gabriel tú lo sabías?- pregunté -Olí…- -Dime si lo sabías.- -Si, yo lo supe y me opuse, pero al final James mencionó que solo sería tres años, después te daría el divorcio y podríamos vivir juntos, como debía ser con la parte del dinero que me correspondía.- mencionó tratando de sujetar mi mano.- -¿Por qué me lo dicen ahora? No entiendo por qué decidieron decirme la verdad.- -¡Paren por favor!- gritó James.- -Yo te lo diré hermana, lo hicimos por que ya nos cansamos de tu actitud, te crees la ama y señora de todo, además sé que James no te ama, él lo ha dejado claro en reiteradas oportunidades, así que queremos que firmes el divorcio y te largue de nuestras vidas. Además la herencia ya está en firme, el juzgado tiene el poder, en pocos días será el dinero de James.- -¿Qué mal les hice a ustedes para que me odien tanto?- pregunté con lágrimas en los ojos.- -Las cosas tienen un orden Olivia, yo soy el amor de James, ya suficiente te has a congraciado con lucirte como su esposa por tres años.- Me levanté del puesto, le di una última mirada a todos y después hablé. -Quiero que todos se larguen de mi casa, si no lo hacen llamaré a la policía y los sacaré.- -¿Qué?- preguntaron -¡Qué se larguen! Son unos malditos buitres, me usaron para acceder a la fortuna del abuelo, son una absoluta porquería.- -Oli déjame explicarte.- -¡Lárgate Gabriel, no quiero verte!- mencioné -Disfruta los últimos días en esta casa Olivia, pronto yo seré la señora Malloy.- mencionó Beatriz, vi como cada uno se iba yendo, excepto James, él seguía sentado.- -Creo que debo irme.- susurró Emilia -Vamos te llevo a la casa cariño.- mencioné Emilia y yo salimos, veía como los autos de los buitres se marchaban, llevé a la pequeña hasta la puerta, la empleada la recibió, le di un beso en su frente y prometí volver otro día a jugar con ella. Al volver a mi maldita casa James me esperaba en la sala, en su mano un vaso de licor. -¿Por qué no te has ido?- pregunté -Es mi casa Olivia.- -Es verdad, supongo que la que debe irse soy yo.- mencioné -No lo harás, también es tu casa, todo es de los dos.- -¿Seguiremos con las mentiras? Ya me dejaron claro que nada es mío, ni siquiera la herencia de mi abuelo. No pensé que fueras un maldito avaro.- mencioné Seguí mi camino, por fin volvería a mi habitación, ya no quiera estar un minuto más con James. -¡Olivia espera!- lo escuchaba gritar pero no quise detenerme, me encerré en mi habitación, no había tiempo de llorar, en dos meses se acabará este matrimonio y saldré de la vida de James y mi familia son un centavo. Actualmente tengo control del capital matrimonial así que haré algunas cosas. Tome el celular y llame a Helena, mi mejor amiga, sonó un par de veces hasta que contesto. -“Amiga mía, qué gusto que llamaras”.- -Helena voy hacerlo.- mencioné -“¿Hacer que?”- preguntó -Invertiré en la cadena de restaurantes, quiero que nos veamos mañana con los abogados, tendré listo el dinero.- -“¿Hablas enserio Olivia?”- -Si, nos vemos en el almuerzo, es hora que haga mis propios negocios.- -“¡Te amo!”- La escuché decir, colgué la llamada, tome una ducha y me metí a mi cama, el tiempo está en mí contra, es poco tiempo para acabar con todos esos buitres, comenzando por James, mi mentiroso y aprovechando esposo.-
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