La camioneta verde de la señora Madison, se detuvo en el estacionamiento del instituto Murlayfield, su madre la noche anterior había llegado del viaje de trabajo que la tuvo ocupada un par de días, por lo tanto volvió a la rutina de traer a Alissa por las mañanas, tratando de compartir tiempo juntas .
—Disfruta el paseo que tienes, cariño—se despidió la mujer, regalandole una pequeña sonrisa.
La castaña al escuchar las palabras de su madre se le escapó un pequeño suspiró de sus labios, para de esta manera abrir la manecilla de la puerta y bajarse del vehículo sin decir ni una sola palabra.
«¡Quita esa cara!, que aquí él muerto soy yo» oyó la divertida voz de su hermano
Alissa rodó los ojos, mientras una pequeña sonrisa se creó en su boca, buscó con la mirada a su amiga, la cual se enco
