Me inclino un poco más hacia el, tomo suavemente su barbilla entre mis manos. En grande en todos los aspectos, pero eso contrasta demasiado con su forma de ser u expresarse. Es tan diferente, a pesar que se ve así de grande es dulce conmigo se deja hacer por mi lo que me parece muy lindo de su parte, creo que esa sería una de las cosas que me poco a poco me van acercando más a él. Siente el contacto pero aún no se atreve a mirarme, acción que me gusta. Me encanta generar ese nerviosismo, su rostro avergonzado es algo que no me cansaría de ver nunca. — Voltea cariño — mis palabras son como un click porque a raíz de ellas el voltea rápidamente en mi dirección — ¿Cómo me dijiste? — me dice con una leve sonrisa en sus labios Se ve tan dulce siendo de esta manera, inocente. Me dan ganas d

