Sefora.
Lo agarro de la cara besándolo con muchas ganas, no quiero dejarlo ir, pero debe irse porque después la cerca tiene electricidad y es imposible salir de la casa si no es por al frente y sin que mi papá se entere que alguien sale o entra, lo envuelvo por el cuello suspirando.
—Deseo que llegue el lunes así nos volvemos a ver.
—Yo igual lo deseo. —miro mi celu que suena la alarma, la puse para saber cuando faltaran dos minutos para la media noche—. Debo saltar.
—Mándame mensaje cuando llegues a tu casa. —salta dejándome un vacío dentro de mi, se aleja alzando la mano—. Te amo.
—Yo igual preciosa, te mando mensaje. —lo veo irse corriendo y ahí vuelvo a mi casa con calma.
—Hija. —pego un salto al ver a mis papás mirando tele en el living—. Creímos que dormías.
—Fui a caminar así
