| KAREN | Mientras Darren me lleva a mi coche, algo que siempre hace, aunque son las ocho y cuarenta de una mañana soleada en pleno centro de Ojai, y no creo que ni siquiera el Vaticano pueda ser más seguro, mi teléfono suena, lo saco de mi bolsillo. Es la madre de Darren, Clarissa Benson. —Hola Clarissa— le digo. Darren solo me mira, con una ceja levantada —¡Karen!— ella exclama. —Acabo de escuchar una gran noticia, estuve en el telescópico toda la noche, ¡Tú y Darren! Debo admitir que no tenía idea— Nos detenemos en la acera, y me giro, miro los ojos verdes de Darren. —Bueno, lo mantuvimos bastante en secreto— le digo. —Gracias Clarissa. Realmente estamos felices— —Muy secreto— dice ella. —Tan secreto que nadie sospecho nada— Le doy a Darren un pequeña y alarmada mirada, y frunce

