Capitulo 44

533 Palabras

Ya ni siquiera tengo ganas de dormir. La fatiga que antes me envolvía, esa somnolencia espesa que me mantenía atada a la cama como un peso invisible, se evaporó por completo en cuanto Alastor desapareció. Y no sería la primera vez que me hace pasar por esto. El cansancio físico se quedó, claro, como un eco frustrante en los huesos, pero el sueño... se esfumó. Como si él lo hubiera arrancado con una de sus miradas, o peor, como si se lo hubiera llevado consigo a donde sea que se esconde ahora. No me sorprendería. Alastor parece tener un talento natural para perturbar incluso las cosas más básicas. Como dormir. Como respirar tranquila. Cerca de la cómoda con espejo, me asomo lentamente, más por rutina que por necesidad. Mis ojos se clavan por un segundo en mi reflejo, casi sin reconocerme

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR