Capítulo 8
Riley disparó a dos guardias nada más salir del área médica. El sanador con piel roja de cuero había estado volviendo por el pasillo desde la sala de control, pero en cuanto la vio disparando dio media vuelta a su culo extravagante con tanta rapidez que se cayó al suelo.
Riley echó a correr con todas sus fuerzas, arrastrando la gran maleta rosa tras de sí, y le disparó en el culo justo cuando el sanador ya estaba entrando en la sala de control antes de librarse de él y de otros tres guardias que había dentro rápidamente. Normalmente se lo pensaría dos veces antes de matar a alguien. Demonios, si en su hogar se la conocía por rescatar y cuidar lagartijas heridas antes de volver a soltarlas en libertad.
Pero, puesto que nunca había salvado a una mantis religiosa, decidió que aq
