AL DÍA SIGUIENTE... Después de la misa, vamos rumbo al cementerio, donde será la última morada de papá. Están todos los empleados de la empresa y el señor Barrios, quien vino para despedir a su socio. la lluvia cae sin tregua, mientras caminamos lentamente por el campo santo. Ver como ese ataúd empieza a descender en la tierra, parte mi alma en mil pedazos. — No!, Papá!. — Grito desesperada entre mi llanto, mientras Pablo me abraza por la espalda. ✯¸.•´*¨`*•✿ ✿•*`¨*`•.¸✯ — Bienvenida, mi amorcito. — Espeta mi hombre, al llegar al nuevo departamento que no sé a qué hora compró. — Gracias, Mi vida. — Respondo con una leve sonrisa. Damos un recorrido por el lugar y luego nos recostamos en la cama. Me acurruco en su regazo, mientras él besa mi frente, envolviéndome en sus brazos. — T

