Marcado Por Tus Curvas

Capitulo 4

Itamar.

Tirado en la cama veo el techo pensando en los besos con Sayen, pongo mis manos en mi entre pierna apretando porque comienzo a sentir cosas raras, mas que nada como una necesidad tremenda y deseo, nunca me pasó, es la primera vez, eh besado y hecho apuestas varias veces de la manera que lo hicimos con Sayen, pero los besos con ella fueron muy diferentes, me siento convenciéndome que no es posible, que la halla pispiado mover el culo que carga que es tremendo, que la mire intentando ser precavido y no me vean que la veo, solo es porque... Es bellísima.

—¿Hijo ya vas a comer?.

—MAMAAAAA.

—¿Qué les pasa?. —comienza a abrir la lona asi se ventila mi lugar privado—. Soy su mamá, puedo entrar en tu lugar hijo.

—Siiii, pero avisa mamá, si estoy desnudo seria horrible.

—¿Horrible?.

—Si si, ya sabemos que nos tuviste y nos viste hasta los espíritus, pero soy grande, no soy mas un niño sino un hombre, tengo pelos en mis... Ya sabes... —me pongo el pantalón viendo como saca las mantas de mi cama para lavarlas—. Y tienes que avisar mamá, no me vas a encontrar haciendo nada raro pero avisa por favor.

—¿Otra vez Catriel?.

—No Benjamín, si no oculta nada no es problema.

—Si lo es mamaaaa.

—Catriel vamos, tenemos esta discusión casi a diario, con Tahiel era lo mismo y con Lane lo mismo, —me siento a ponerme los zapatos asintiendo a lo que dice mi papá—. Si los tres te reclaman lo mismo debes entender Catriel.

—Pero son mis hijos.

—Pero no es lo mismo que en nuestro lugar, debes entender que son personas grandes y con cuerpo de personas grandes, debes entender eso.

—Golpea mamá... Golpea la puerta, al meno una vez y di, voy a pasar y ya.

—Si Catriel, vamos... No busques que nuestros hijos se nos vayan porque no respetas su lugar privado.

—No estoy buscando eso, ¿Qué dice?.

—Bueno, entonces respétalos Catriel... —deja las cosas en la cama saliendo.

—Mamá espera, no llores... —mi papá va atrás de ella cerrando la puerta de su lugar y Lane me mira.

—¿Qué pasó?.

—Le decíamos con papá que debe golpear antes de entrar.

—Le dije lo mismo cuando me fue a despertar. —me siento en mi lugar viendo que enojada acomoda la mesa—. Le dije que golpee, estaba desnuda buscando ropa y entró sin anunciarse, toma...

—Gracias, se ve rico todo.

—Bueno. —mi papá sale de su lugar solo—. Vamos a comer los tres, mamá va a quedar recostada un rato.

—Pucha papá...

—Ya hablé con ella de nuevo y voy a volver a hablar. —habla en susurro dándome risa pero me la aguanto—. Vamos a tener que tener paciencia.

—Papaaaa.

—Si Lane, hay que entenderla.

—¿Entender que entre sin avisar?.

—Son sus hijos...

—Papá...

—Entiendan un poco, todos sus hijos son grandes y no necesitan de ella, se siente mal... Siente que no es mas útil y que no necesitan nada de ella. —nos miramos con Lane y es algo feo para mi mamá pero aun asi no debería de ser entrometida—. Yo creo que va a durar hasta que tenga nietos porque va sentir que alguien la necesita.

—Pues haz mejor tu trabajo papá, no puede ser que se sienta asi. —me mira con tremenda cara—. Algo pasa, no puede ser que teniéndote se... Aaaajjj.

—No importa a quien tenga a su lado, asi como a mi me puede pasar, porque lo que los padres sentimos por los hijos no tiene comparación, —sigo comiendo sin decir nada mas, en silencio igual que yo, Lane prepara pan.

—Bueno... Muy rico todo Lane, me voy a trabajar.

—¿Vienes a comer?.

—No, tengo mucho que hacer, hasta que no termine no vengo.

—Seguro comes en la cocina.

—Si me quieres cocinar vengo.

—No no, mejor ve a la cocina asi ni yo ni mamá cocinamos, lo hacemos directo en la noche.

—Bueno, entonces vengo cuando termine, seguro para el té de la tarde.

—Bueno, voy a hacer unos pancitos dulces entonces.

—Eres un amor Lane... —me paro dándole un beso a mi papá en la frente y uno a Lane en la mejilla—. Voy a saludar a mamá... —golpeo despacio esperando su respuesta.

—¿Qué?.

—¿Puedo pasar?.

—Si... —entro viéndola en la cama llorando—. ¿Qué pasa?.

—Me voy a trabajar.

—Que te vaya bien. —se seca la cara cosa que me enoja porque no debería tomárselo asi.

—¿Puedo pedirte dos favores?.

—Dime.

—Primero, me gustaría mucho si haces empanadas para la noche... —me mira enseguida—. Sé que es mucho trabajo pero hace días que quiero comer las empanadas que haces.

—Esta bien, hago bastantes y con huevo.

—Si por favor.

—¿Y el otro favor?. —me acerco agachándome.

—¿Me dejas darte un beso?. —se alza pasando un brazo por mis hombros abrazándome—. Mami, tienes que entender que no te despreciamos o no es que no te necesitamos, solo que respetes nuestros espacio, nada mas, no creo que sea malo pedir eso mami.

—No Ita, perdón por no entender, me voy a esforzar.

—Bien, y no digo que no entres en mi espacio, sino que avises por favor, no me voy a sentir bien si me ves desnudo asi como si entrara aca y te viera ma, no es algo lindo.

—Si, entiendo.

—Bueno, nos vemos, me voy a trabajar. —le doy un beso y salgo de la casa asi voy a mis labores, cuando llego me están esperando tres muchachos que como castigo los enviaron a cuidar el ganado—. Disculpen por llegar tarde, tenia unos asuntos que arreglar en mi casa.

—Bueno, dinos qué hacer asi se termina el día enseguida.

—Bueno bueno... —riendo camino al establo a buscar los caballos ganaderos como les digo, porque los entrené para que sean bravos pero que no lastimen a ninguna vaca—. El enojo en casa, aca me tratan a los animales como si fuera una amante, con suavidad y tranquilidad.

Como no les gusta el trabajo no pierdo el tiempo explicando nada, los mando con encargo precisos y ya, porque no quieren esto, lo hacen por un castigo que les puso mi papá, ellos quieren ser visto, ser grandes cazadores, grandes proveedores, que las mujeres los vean como el salvador, a mi, me da lo mismo, no necesito parecer un animal en celo que quiere llamar la atención para ser visto, hago el trabajo que nadie quiere junto a dos hombres mas, hombres maduros que les gusta, soy el único joven en esto y todos piensan que es una ofensa, ¿Qué mejor estar con animales que no te hablan de ningún problema? bueno, no te hablan para nada, me gusta la paz.

—AAJJJJJ. —arriba del caballo y riendo veo como no puede empujar a la vaca para verle la pata—. NO PUEDO MAS, ME VOY...

—Pues vete, me da igual... —se gira a verme y los otros no saben qué hacer—. Si buscan solo ser vistos como los grandes cazadores no lo van a lograr, primero deben ser hombres, y hay que hacer lo que hay que hacer, y no hablo de esto, sé que no les gusta y Benjamín lo sabe también por eso los envió, pero comportándose asi no van a lograr respeto, no tienen que impresionar a las mujeres, deben impresionar a sus compañeros, pero asi como vienen actuando no voy a ni mirarlos.

—¿Quién te crees para pensar que quiero tu saludo y tu respeto?.

—Nadie, y de mi nada vas a recibir, ¿Cuándo te presentes delante del jefe, de mi padre y de todos los lideres con qué cara vas a mirarlos?.

—No te vayas amigo.

—Dale, quédate y termina el trabajo.

—Dejen que se vaya, ustedes también pueden irse, yo no voy a abrir la boca pero tampoco voy a perder el tiempo con ustedes... —giro el caballo asi sigo con lo mío—. Hay mucho por hacer y andar aguantando un tipo grande con arranques de niño no esta en mi día, váyanse y no vuelvan en la tarde ni mañana... —guardo el caballo y salgo a la cocina a buscar agua y algo de comer porque tengo un día largo—. Buenas buenas...

—Tenia que llegar este... —agarro agua en un vaso y se la tiro a Marisol—. Pendejo...

—Mi mamá me dice amor... —todas comienzan a reír—. Asi que tú y todas ustedes me lo dicen... —la veo a Sayen que esta riendo—. Todas me dicen amor...

—Si, amor te vamos a decir tarado.

—Siiii, porque no voy a recibir ningún trato menor al que mi mamá me da, y si ella me dice papito hermoso mi amor, ustedes me lo dicen carajo... —muevo la mano afirmando lo que digo y todas tentadas de la risa, Marisol aplaude riendo—. De ahora en mas me llaman asi.

—¿Vas a comer Itamar?.

—Si. —vuelven a reir porque me hago el rendido, me siento recibiendo golpes y Ailín me da un plato humeante de estofado de conejo—. Uuujj que rico que se ve estoooo.

—Y esta muy sabroso, lo aseguramos.

—Eso es seguro... —me inclino mandándome un buen bocado y gimo de gusto—. Mmmm, que delicia.

—¿Cómo va el trabajo Itamar?.

—Bien, un poco cansador, están en apareamiento y están tremendas, me hacen acordar a... AAAGGGG. —me friego la cabeza donde me dieron con fuerza—. ME DOLIOOOOO.

—Eso por las tonteras que dices.

—Si no dije nada... —me giro cubriéndome—. Ustedes se suben al caballo enseguida mandándose al frente y... AAAGGGGG. —me rio con ganas porque Yana me arrincona golpeándome—. TE MANDASTE AL FRENTE SOLAAAA... AAAHHHHH.

—Deja que coma ese boca floja asi sigue trabajando.

—Que mala, después se suben a la silla por un chiste y soy el malo... —al fin me dejan comer pero la miro a Sayen caminar y cuando se va me enderezo viendo la entrada.

—Itamar, ¿Por qué no sales y hablas con ella?. —la miro a Marisol enseguida—. No te hagas el tonto, yo te veo y veo el deseo en ti.

—No lo vuelva a decir Marisol, Yerimen escucha o le llevan el cuento soy hombre muerto.

—No pienses que es asi... —se pone a acomodar la mesa y todas en silencio—. De aca no sale esto y tampoco creas que Yerimen es una bestia, se va a enojar pero es un hombre que razona y va a hablar, y no te creas un mal muchacho Itamar, te pones en ese lugar y no eres nada de eso, eres el yerno que todos quisieran. —no digo nada hasta que termino de comer.

—Bueno, muchísimas gracias, mejor imposible, se pasan.

—Pasa una buena jornada.

—Ustedes también, espero descansen...

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Buenas buenas, comenzamos con esta nueva aventura... Les aviso que los dias de compartir es Lunes, Martes y Jueves, los Sabados voy a publicar cuando cumplamos los retos...

Tambien les quiero informar que a partir del jueves se viene una ola de calor que por mas o menos 15 dias va a llegar a los 40 grados y mas, no creo que pueda escribir mucho ya que con la compu paso mucho calor, espero sepan entender...

Besitos!!!

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