Capítulo 28 NO VEO LA HORA DE QUE SEAS MIA Fue una linda noche, solo verla a ella hace que cualquier tiempo sea especial y lindo, a pesar de tener contratiempos, también esta el hecho de que después de que le dije que se quedara sintiéndose bien, a mi lado, comenzó a beber como una demente y termino en un estado de ebriedad desastroso. – Si te pusiste tan nerviosa solo lo hubieras dicho – le digo, estamos entrando en mi estudio, trato de no tropezar con el reguero de cosas que hay aun en el suelo, no lo he terminado de acomodar porque decidí mudarme a una casa, es algo que tengo que hacer si quiero que sea mi mujer – ¿Por qué aun tienes todo de cabeza? – me pregunta ella haciendo un esfuerzo por mantenerse erguida – deberías de haber acomodado todo lo que compramos –

