caminando bajo la luna

la gran y pura verdad de Octavio

Octavio y Rita sienten chispas al mirarse. Octavio con una mirada triste y una suave voz baja su tono y le dice a Rita -debemos hablar ya no quiero esconder nada y quiero que sepas la verdad de por que siempre voy a esperarte a tú trabajo una hora antes y te observo desde abajo Rita sin saber que él siempre la esperaba una hora antes le dice. -pero cómo que me esperas siempre una hora antes que te sucede? acaso no trabajas estás enfermo?

Octavio agacha su cabeza y con lágrimas en los ojo le dice; hace un tiempo perdí mi trabajo, mi casa y mi familia la mujer a la cual amaba que pensé que era el gran amor de mi vida de un día para otro tomo a mis niños y se los llevo con ella fuera del país ahora ellos están de vuelta aquí en el país pero no puedo acercarme a ellos por que no tengo como estoy sin casa y sin trabajo, además soy mendigo y vivo en las calles al abrigo de la noche y en compañía de la luna de este grande cielo y de mi gran amigo el mar. sólo a ellos tengo y ahora que te encontré a tí que no quiero perderte. y tras las caídas de las lágrimas de Octavio Rita besa su frente y le dice con una dulce y suave voz. -¿cómo no me contaste antes tú historia? yo podía haberte ayudado puedo y quiero ayudarte. pero Octavio le dice: -no podemos seguir estando juntos tú trabajas en una oficina y yo soy un desocupado y mendigo pobre, no tengo nada para ofrecerte. Rita con lágrimas en los ojos acaricia su rostro y le dice: -puedo ayudarte Octavio podemos recuperar a tus hijos y se vienen a vivir conmigo los tres.

Octavio no podía creer lo que Rita le decía el de que pueda conseguir un trabajo de recuperar a sus hijos y de que ellos pueden ir a vivir con ella. Rita lo toma de la mano y sin decir una palabra y mirándole con ojos de amor se lo lleva a su casa y le da una habitación para que el este cómodo y le dice: -cuando te sientas bien y preparado te espero en mi habitación cariño siempre te eh de acompañar por que te elegí y tú me elegiste a mi; luego besa su frente y se da media vuelta saliendo de la habilitación a los pocos segundos abre la puerta diciéndole que en el placard había ropa y calzado para él por que Rita ya sabía su historia y de a poco fue preparando la habilitación para él. Octavio se sentía avergonzado y no comía para no dejarle sin comida a ella. pero Rita esa noche se dío cuenta de su actitud y fue rumbo a la cocina a preparar la cena para ellos por que sabía que Octavio por vergüenza y para no gastar no lo iba hacer.

Transcurrieron unos meses y todo se iba acomodando en la vida de ellos dos. Octavio ya tenía un trabajo fijo en venta de diarios y revistas y Rita se sentía muy orgullosa de él de su progreso y de su relación con el futuro de ellos dos.