"Y con sangre escribiré mi nombre, el de los míos y de mi estirpe, con fuego tatuaré mi legado, mi espíritu en el ambiente queda, mi nombre vivo aunque yo muera." La noticia del torneo llegó a todos lados en todo el continente de Laurasia, muchos empezaron a viajar desde sus países para reunirse en la capital del imperio de Angkor, la ciudad de Loulan, que se caracterizaba por sus hermosas casa ornamentadas con balcones y adornados con plantas que bajaban como enredaderas, las bellas plazas con piletas ornamentales y sobre todo por ser un lugar limpio,

