— Tess…—susurra presionándose contra mi sexo y besando el lóbulo de mi oreja. Sus manos se aferran a las mías prohibiéndome moverme, y solo puedo alzar mi cadera en respuesta. El gruñido que escapa desde el fondo de su garganta envía escalofríos a mis brazos y el vello de mi nuca responde a la vibración de su voz. Sus manos sueltan las mías, recorriendo mis brazos mientras baja al sur y mi corazón se acelera cuando levanta mi sweater y respira sobre mi ombligo dejando un beso húmedo justo debajo de mi brassier. Sujeto su cabello con ambas manos, esperando por el próximo paso, pero él se toma su tiempo sin importarle qué tan desesperada estoy por sentirlo dentro de mí. Quiero pedirle que se apure, que no me torture de esta forma, pero no voy a hacerlo. Voy a disfrutar cada roc

