— Estás bien…—repite una y otra vez mientras me abraza sin darme un milímetro de espacio. — ¿qué te has hecho? —es todo lo que logro pronunciar cuando nos apartamos y observo bien su rostro. Su hermosura se ve opacada por la barba que no es de mis favoritas. Da la sensación de que picaría si rozara mi rostro con ella. Definitivamente no es mi estilo —Por Dios Max, ¿qué has hecho? —pregunto otra vez tocando su rostro. Nunca pensé que él se preocuparía por mí de esta forma. Al punto en que llegaría a desconocerlo. — Vamos a casa… Tess—ordena sujetando mi mano y tirando de mí hacia la calle. Pero mi cuerpo no lo resiste, no más. He hecho un viaje de quince horas. Estuve dos horas de pie esperando en frente de Paris, He estado horas fingiendo ser fuerte. Pero no necesito

