CAPITULO 3

1795 Palabras
Sing no podía creer su falta de ayer, se había follado de nuevo al chico, una segunda vez, una segunda mordida, en qué demonios estaba pensando y por cuestión de unos segundos estuvo tentado a cometer homicidio contra un omega, un omega que no representaba peligro alguno un chico de la manada, un niño, el hijo de sus mejores amigos.   Krist definitivamente era peligroso para él, parecía un cachorro en su primer celo, ¿qué diablos le sucedía?, estaba enojado consigo mismo y con su lobo quien gritaba desesperado por someter al omega de nuevo.  Se planteó la idea de renunciar y dejar que alguien más se hiciera cargo de las clases, maldecía la hora en que se le había ocurrido aceptar aquel estúpido puesto por culpa de su primo quien seguramente estaría disfrutando de las mieles de su matrimonio junto a su malhumorado marido.  Respiro hondo, tenía que aclarar las cosas con Krist, no podía someterse a la lujuria simplemente debía recobrar la compostura era un Alfa líder del Clan, cualquier falta sería mal vista por su pueblo y sobre todo por quienes se opusieron a él cuando asumió el mando después que su madre muriera a manos de ese maldito.  Sing apretó los dientes, si su madre no hubiera sido asesinada su padre fuera aun el líder y él podría ser libre de elegir el hombre o la mujer que quisiera pero no lo era y debía recordar él porque, debía recordar siempre a los responsables de aquel asesinato solo logrando vengarse podría darle paz a su corazón atormentado.  Se reportó enfermo no confiaba en sí mismo y mucho menos en su lobo, así que decidió esperar a Krist en las afueras de la universidad, las imágenes de Krist gimiendo su nombre y montándolo aquel fin de semana paso por su mente dejando el rastro de evidencia entre sus pantalones, apretó los dientes ya ni sabe ni por cuantas veces aquella mañana, solo esperaba poder hablar con el chico sin terminar metido entre sus piernas.  Krist estuvo decepcionado toda la mañana, Sing no había asistido a dar su clase, suponía que él era el responsable, era consiente sin embargo el alimento ya no era suficiente para él, necesitaba alimentarse de Sing, de sus emociones para logar estar satisfecho, Krist estaba desesperado la forma que su hambre crecía lo hacía consiente de la verdad, aun así se negaba aceptarla, era un error una locura, eso no debía suceder hasta que alcanzara su madurez según su conocimiento aún faltaban cerca de 12 años, sin embargo había cometido un delis aquella mañana y eso lo hacía sentirse asqueado, había dejado que su hambre flotara y las imágenes sexuales que envió a Andy y su compañero más cercano había ido directo a su núcleo, sin embargo esto fue peor, tuvo que visitar el baño a toda prisa, cuando la náusea lo atravesó, se sintió sucio e indigno al hacerle aquello a su nuevo mejor amigo... Krist se detuvo en seco cuando reconoció la figura imponente de Sing, recostado ligeramente sobre su auto, esperaba por él, Krist no sabía si huir de él o restregarse contra él, realmente no parecía divertido el tipo de necesidad que nacía en el cada vez que Sing estaba en su línea de visión.  -          Sube al auto – Krist dio un ligero brinco al escuchar la orden, sin embargo no pudo negarse, Sing le había dado una orden a su omega y este instintivamente había obedecido...  Subió al auto e inmediatamente fue golpeado por el olor vainilla del Alfa, el cual le hizo gemir vergonzosamente esto estaba cruzando el límite de su poder, de seguir como hasta ahora terminaría revelando su mayor secreto...  -          Contrólate Krist, vamos a conversar no a follar  Sin ninguna otra expresión arranco el auto, estaba molesto porque su lobo arañaba su piel, podía sentirse en el chico, su aroma estaba impregnado en él y el lobo en el aullaba con posesión y dominio, se dio cuenta tarde de un nuevo error, estar en un auto encerrado con el chico infiernos estaba lejos de ser una buena idea...  Krist mantuvo a raya su hambre, lucho fuertemente para dejar de emitir feromonas para no afectar el juicio de Sing, de todas maneras debían conversar debía estar lucido también y no poseído por el deseo y la lujuria, era consiente que solo había estado pensando en la forma de alimentarse sin tener en cuenta que se había acostado con él dos veces y en ninguna habían cruzado más de dos palabras decentes...  Sing se dirigió a su departamento, luego cambio de parecer si tener al chico en el auto lo estaba llevando al borde, tenerlo en su departamento era una invitación al desastre. Canalizo toda su fuerza Alfa para concentrarse. Ayudo que el chico dejara de emitir feromonas a lo loco, sin embargo su lobo no lo agradeció ni un solo poco, ya que este era posesivo y sabía que de alguna manera había conectado con el omega, aunque pesándolo bien el chico no tenía la apariencia de un omega, su belleza debía ser prohibida, su rostro era la perfección hecho hombre, su cuerpo una invitación al pecado, Sing no podía olvidar las imágenes de Krist mientras se enterraba en él, su bien redondeado culo, su estrecha cintura y sus largas piernas, Krist parecía más una deidad que un hombre lobo...  -          Krist siseo, cuando sintió la dirección de los pensamientos de Sing, él estaba luchando para lograr tener una conversación ligera con el hombre, sin embargo Sing estaba tirando todo por la borda, no sabía cuánto tiempo iba a soportar tal situación debía salir del auto o terminaría por montar a Sing y al diablo las consecuencias...  Sing estaciono el auto, en cuanto pudo, noto rápidamente el cambio de Krist, el olor dulce de su excitación fue directo a su polla y no estaba dispuesto a dejarse llevar. Era un maldito misterio, el no poder controlarse ante este pequeño hombre estaba volviéndolo loco mientras su lobo acariciaba la superficie.  -          Primero quiero disculparme contigo por lo que sucedió ayer en el salón de clases, no fue lo correcto ni hacerlo, ni dejarte expuesto de esa manera, realmente lo lamento, pero todo esto Krist es un error. Desde el fin de semana hasta el día de hoy, no sé qué es lo que sucede realmente conmigo no soy capaz de reconocerme aun así no quiero lastimarte Krist, tengo demasiadas responsabilidades realmente espero que nadie sepa sobre lo que ha sucedido entre nosotros puedo confiar en ti  Sing espero en silencio mientras esperaba una respuesta del joven, pudo sentir como fue elevándose la confusión en él...  Krist reprimió todas y cada una de sus emociones, podía seducirlo, podía inducirlo a que lo deseara, pero la regla número uno que su padre le había impuesto era no obligar a nadie a estar donde no quería estar, el omega lloro, aun así Krist mantuvo su bello rostro sin demostrar una sola pista de lo que estaba sintiendo por dentro. Él podría renunciar, lo que estaba sintiendo no era amor, era solo su maldito vinculo de omega, Sing no podía verlo, no podía enterarse, al final del día quizá era lo mejor alejarse de él tenía que ser la solución, de alguna manera se las arregló para quitarse el cinturón de seguridad y bajar del auto, sin darle una respuesta aun al hombre.  Krist respiro profundamente el aire puro que provenía de la reserva su hábitat deseaba tanto poder convertirse en su forma animal y salir corriendo, sin embargo no iba hacerlo, él no era un lobo normal y debía aceptarlo, el simplemente era defectuoso, siempre lo sería. Sintió el aroma a vainilla del alfa moverse a su espalda, la concentración estaba consumiendo rápidamente su fuente de energía, pronto debía buscar una manera de solucionar su problema, pero sería capaz de hacerlo, ¿sería capaz de dejar que otro lobo que no fuera su alfa lo tomara?, sintió asco de solo pensarlo, Sing seguramente no podía sentir a profundidad su vínculo y no podía culparlo, esa era otra de sus culpas, Krist era un niño en comparación con Sing pero no era estúpido él era producto de dos razas totalmente diferentes era un híbrido...  -          Krist – Sing no pudo expresar lo que deseaba decir, pues Krist tomo la delantera...  -          Puedes estar seguro que no le diré a nadie sobre lo que ha ocurrido entre nosotros, solo tengo un amigo y no creo que este interesado en saber mi vida s****l, solo tengo una condición y luego podrás irte sin ver atrás es una promesa – Krist sabía que pedirle aquello era una locura, posiblemente sería rechazado y tendría que vivir con la humillación, pero quería intentarlo después de hoy posiblemente no se alimentaría en mucho tiempo...  Sing quería saber que pasaba por la cabeza del joven en esos momentos, el bello rostro no dejaba traspasar un solo pensamiento, su lobo aulló cuando su aroma se fue desvaneciendo del cuerpo de Krist, como diablos hacía eso que demonios estaba pasando... -          Que es lo que quieres a cambio Krist, si puedo conseguirlo para ti – Sing espero a que el chico expresara su condición...  -          Hazme el amor Sing, una sola vez, nuestros encuentros hasta hoy solo fueron dictados por el sexo y la locura del celo, quiero hacer el amor contigo al menos una vez – El cuerpo entero de Sing tembló ante la petición, su lobo se regocijo ante la idea de tenerlo de nuevo...  -          Es una locura Krist – Sing no podía creer que el chico le pidiera tal cosa, Krist estaba preparado para la humillación, estaba a punto de retirar su propuesta después de todo era una estupidez, si Sing se enterara de que era un híbrido posiblemente lo despreciaría...  -          ¿Una sola vez? – Sing no podía creer que había formulado tal pregunta, pero no podía engañarse así mismo, su polla estaba engrosándose con la idea de enterrarse en el joven una vez más...  -          La ultima – Krist sonrió tratando de que la felicidad llegara a sus ojos, sin embargo su corazón se apretó de tristeza, lo había prometido y aunque se estuviera muriendo de hambre iba a cumplir su estúpida promesa...    -          ¿Qué has dicho? – Arthur Smith se levantó de su asiento como si un rayo le hubiera alcanzado  -          Su nieto fue visto cuando subía al auto de Sing Brown, Sony lo ha confirmado hace unos minutos, al parecer se conocían desde antes de que Krist llegara a la manada  Arthur se sentó de golpe solo él y Peter conocían la naturaleza del padre de Krist, afortunadamente Krist parecía haber heredado los genes Smith porque estaba seguro que era un lobo.
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