ESTAMBUL, TURQUIA.
—¡Es deshonroso Mudur! Nuestras mujeres siempre han sido un ejemplo de lealtad absoluta a nuestras familias. ¡Son parte de nosotros, como nosotros de ellas! ¡No lo he dicho yo, Allah lo escribió en los versos a través del profeta (las bendiciones de Allah estén con él)! ¡Ellas son su vestido y ustedes el de ellas! —exclamó el hombre recitando al final un verso del Corán—. Ahora, por primera vez una de nuestras mujeres y ¡No cualquiera! ¡La mujer del Güven! ¡Le apuñala por la espalda y entrega a la policía en un acto infame a nuestros ojos y los ojos de Allah! Gracias a los cielos que eso no pasó, pero en el acto, esta la culpa, no en los resultados. Nuestras familias están ofendidas, al igual que nuestras mujeres.
Kerem acarició el puente de su nariz.
Las quejas era
