ESTAMBUL, TURQUIA. Ahmet. Ahmet. Ahmet. Elif no podía complemente ignorar esa llamada. Ruzgar estaba profundamente dormido después de haber tomado un profundo baño. Ella permanecía con la cabeza afirmada sobre su brazo y con sus manos alrededor de su pecho. Él se quedó profundamente dormido casi de inmediato al topar su espalda con la cama y ella sintió envidia de no poder hacer lo mismo. Afuera seguía lloviendo. Habia una brisa intensa que se colaba por la ventana y una helada que anunciaba la llegada de la primera nevada. Mantuvo sus ojos fijos en Ruzgar y en ese despeinado cabello oscuro. Realmente para ser quien era dormía demasiado tranquilo. Había tenido un buen retorno a casa. Todavía podía sentir su interior reaccionar a los eventos ocurridos en aquel baño. Nada podía comp

