ESTAMBUL, TURQUIA. ¿Qué? La cara de incredulidad que Ruzgar mantenía fue contundente. Turan mantuvo su expresión seria y repitió la información que tenía. Zurab Shengelia había escapado. Le siguieron la pista hasta Ankara según los informes de Ahmet, pero había desaparecido. Nadie sabía dónde estaba, a pesar de que tenían una ubicación precisa. Estuvo en bares compartiendo con mujeres de todo tipo y cuando creyeron que lo tendrían en las manos simplemente se esfumó. —No es tan idiota como para escapar, así como así. Sabe que, si huye de mí, cuando lo atrape no tendré consideración. Fui claro. Es un puto mercenario al que le vieron la cara de estúpido. ¡Tiene explicaciones que darme! —espetó conteniendo su exasperación. Odiaba que las personas se burlaran de él y que se atrevieran a

