—No me soportas—susurró entonces contra sus labios. —Si, exactamente—aseguró contra su barbilla y acercándose peligrosamente a su oído—. No soporto la forma en como me quemas, Aksoy. Llevo semanas diciendo que lo que hiciste debe ser más fuerte que todo lo demás, pero ¿Cómo diablos se controla el calor que me provocas? Anoche tuve que salir de la cama temprano antes de verme tentado a desnudarte como fantaseé toda la noche. Dormías plácidamente mientras yo…quería saborear con mis labios cada centímetro de tu piel. Yo fui el que dije que esto acabaría cuando el fuego que provocas se extinguiera, pero no lo ha hecho, Allah sabe que no lo ha hecho. Me hará cenizas antes de que se apague… Besó su cuello y ella sintió el aroma de su perfume. Era un desgraciado. Su cuerpo casi tembló al ten

