En mi mente estaban las palabras de Alexander, hasta el hombre más fuerte del mundo se puede quebrar, podía entender lo que le había sucedió, fue tanto el poder que ejerció Cecilia que hizo que él no pudiera reflejarse lo bello que era.
-Buen día señora Williams.- escuché decir.-
-Hola Magdalena buen día ¿qué tal la cena?-
-Estuvo muy bien, mi hijos le envían esto, sé que quizás usted no coma alimentos no saludables pero me hicieron prometer que se lo entregaría.-
Magdalena comenzó a destapar el recipiente, mi saliva comenzó a salir al ver que era un sándwiches, justo de esos que me volvían loca.
-Esto es increíble, claro que me los comeré ¿de dónde los sacaron?-
-Justo al lado de nuestra casa los hacen, mis hijos pensaron que debía traerle uno, ellos los comen casi todos los días y
