CAPITULO 12 No hay precio más grande que despertarme y saber que hoy será otro día, en el que podré pasarlo con mi novia, no hay compromisos con la escuela, ni con la práctica de baloncesto, ni con un curso, ni con cualquier otra cosa que ocupe nuestro día durante la semana, Desde que empecé a quedarme con Lucía mi vida ha mejorado mucho Lo confieso al principio, cuando me acerqué a ella solo como una amiga, la evitaba de alguna manera, no me gustaba mirarla demasiado, me enamoraría más, en mi mente, no tenía ninguna posibilidad con ella, fue maravilloso cuando descubrí que ella sentía lo mismo por mí. Estaba en mi habitación cuando entró mi mamá y se sentó en mi cama para hablar conmigo. - ¡Buenos días bello durmiente! – dijo sonriendo y me besó en la cara, La última vez que mi mamá

