CAPITULO 16 En serio, todavía no puedo creer que dudé de mi mejor amigo, y todo eso se debe a ese idiota de Vitor. En serio, ella fue la que me habló cuando solo teníamos cuatro años, no es que me ignoraran, pero cada niño pequeño ya tenía un amigo que ya estaba más apegado. Y ella fue la primera que se quedó conmigo hasta que crecimos. Ella era la que jugaba conmigo con las muñecas, ella era la que me aconsejaba sobre todas las cosas que iba a hacer y que no estaba muy segura de querer hacer. Ella era la que se metía conmigo cuando era necesario, ella era la que salía conmigo, en todo lo que hacía, ella estaba conmigo. Ella vivía en mi casa y yo en la de ella. Somos amigos desde pequeños y tuve el valor de dudar de ella. Me avergüenzo de mí mismo por eso. Pero espero que nunca se entere

