Capítulo 42. Las Reglas del Juego están por cambiar Maia no recordaba haberle dicho su apellido alguna vez, Vicenzo lo notó y al segundo le dio una explicación. -- ¿Ocurre algo cariño? – -- No, al menos eso creo. Es solo que no recuerdo haberte mencionado mi apellido en todo este tiempo – le comenta ella con un poco de desconfianza y Vicenzo sonríe de manera natural. -- Lo siento, ¿no te gusta que te recuerden tu apellido Maia?, pero olvidas que soy yo quien paga por tus servicios – Maia había olvidado aquel pequeño detalle, desde la primera vez que se metió en este lio, pudo su nombre completo en la planilla, en ese momento nunca espero encontrarse con el hombre con el que estaba casada. Así que una vez aclarada la situación Maia entrecerró los ojos antes de volver al juego y responde

