La cama era muy grande y las sábanas de color gris claro me tiré sobre ella riendo mientras Arte se acostaba conmigo, no hablaba mucho pero empezaba a reírse bastante y eso era un comienzo, era simplemente hermosa.
Arm entró sacando una botella de la nevera ejecutiva, era vodka. Tomó un largo trago sin arrugar el ceño, me dio uno a mi y lo recibí sonriente mientras que Arte tosió un poco pero también lo tomó completo. Me reí de ella y se lanzó sobre mi, me dejé hacer mientras sus ojos me miraban con intensidad y picardía.
-Volteate sobre mi, hermosa- le pedí, invirtiendola y abriendo su culo en mi cara, empecé a besar su raya y ella parecía encantada, con la espalda erguida sobre mi mientras empezaba a succionar su clítoris.
-Ohhh, Dios… Mmmm… Madre mía- gemía en alto y quise burlarme,
