NARRA TANDRED: Me levanto y mientras me estoy cambiando miro la espalda de mi linda chica que duerme plácidamente en mi cama. No sé el tiempo que espere para volver a verla ahí, pero mi sonrisa de felicidad no se me borrara en el resto de la semana. Me acerco y me acomodo en el espacio libre de la cama para inclinarme y dejar besos en ella, llego a su cara y me encuentro con su sonrisa de ojos cerrados. Dejo un beso en sus labios. —Hermosa, me voy a la Editorial —le digo y dejo otro beso—, al medio día pasa así almorzamos. —Bueno —responde con voz somnolienta—, pero no recuerdo cómo llegar. —Te dejo la dirección anotada sobre la mesa, te espero. Me levanto con pesadez para llegar a la cocina, tomo un anotador y escribo en el la dirección de la Editorial. Me sirvo un café y l

