Bastian escuchó los gritos llenos de miedo y dolor de Elie, subió a toda prisa las escaleras preocupado por que alguien estuviese haciéndole daño. Despertó de golpe al escucharla gritar tan aterrada, él abrió la puerta de su habitación y entonces ahí estaba ella, luchando contra alguien, o mas bien algo, gritaba con dolor y miedo. Bastian se acercó a toda prisa y tomo sus manos que aún luchaban contra su sueño. — Tranquila Elie, estoy aquí, Shhh, tranquila, aquí nadie va a hacerte daño, soy yo, Bastian, tranquila, estas en mi hogar, nada malo va a sucederte aquí, jamás me alejaré de ti, cuidaré de ti siempre. Elie estaba teniendo una pesadilla, su frente estaba mojada por el sudor al igual que su rostro, su gesto lleno de preocupación comenzó a cambiar, poco a poco con las palabras de

