_ Madre yo… quiero comprar unas cervezas para todos. ¡Hace mucho calor! Y ya sabes que es, además, mejor que ese veneno que están bebiendo. _ Silencio absoluto de todos. Expectantes a la respuesta de madre, pensé yo. Ella me miraba, pero su mirada me parecía cariñosa. _ ¿Uuhm? te parece bien?. Al menos para que no sigan envenenándose por hoy. _ le dije guiñándole un ojo, pidiéndole que dijera que sí, convencido de que estaba de mi parte. _ Cuánto tiempo piensas quedarte aquí? Ya es tarde. _ me pregunto cariñosamente. _ Eso no importa madre. Me siento bien aquí con ustedes. Y no pienso irme hasta que … _ Miré a mi chica y vi que Luis estaba al lado de ella. Me asombré porque no lo vi llegar. Y ella me miraba enojada con los brazos cruzados. Mis ojos se iluminaron al mirarla. Tan hermosa

