Capitulo 3
Esa noche fue larga, cuando la fiesta acabo, recordé que había dejado mi bolso y las llaves de mi departamento en la casa de Alex, él vivía cerca de la discoteque por lo que dejamos todas las cosas de valor en su casa y salimos todos sin bolsos ni chaquetas, era una cálida noche de febrero. Al llegar a su hogar, mi cara de caía de vergüenza por lo que no fui capaz de entrar a buscar mis cosas, solo le pedí que abriera la puerta y me las dejara afuera de la puerta, y así lo hizo, abrió la puerta solo un poco, ni siquiera dejo ver su rostro, solo saco su mano y lanzo mis pertenecías afuera de su casa. En ese mismo instante me di cuenta que no solo me importaba Alex, sino también del grave error que acababa de cometer, sentía que mi estomago se retorcía y que mi corazón latía fuertemente, no podía dejar de sentir una extraña presión en mi pecho, me sentía tan angustiada como nunca antes me sentí en la vida…. Agarre mis cosas y con mucha pena me fui a mi auto y regrese a mi casa, durante el trayecto no pude un segundo dejar de sentir ese pesar tan grande con el que cargaba, no sabia de que forma redimir mi error y solo quería encerrarme y pensar en que forma poder solucionar dicho papelón o de que forma entrar a su cerebro y borrar toda la información de esa noche…debo confesar que sentí mucho miedo, además de mucha vergüenza, jamás antes había expuesto mi vida de esa manera, siempre fui cautelosa de mis relaciones y también de mis aventuras….pero ese día todos mis cuidados se fueron no se donde y me lance a la vida y disfrute el momento… lamentablemente fue una pésima decisión y me di cuenta muy tarde del error que estaba cometiendo…creo que jamás olvidaré la sensación de sentir su mirada cuando besaba a otro.
Así paso una semana completa en que no supe nada de él, le envíe un par de mensajes e intente llamarlo en más de alguna ocasión, pero cada vez que agarraba el teléfono me quedaba petrificada sin saber que decir si me contestaba el teléfono algún día.
Luego de esa noche obvio no vi más a Gabriel, le pedí que no me buscara más porque no tenía sentido seguir viéndonos y tampoco tenia las ganas de cometer un tonto error una vez más, a él le costó un poco entenderlo, pero luego de explicárselo de buena forma, me dio la razón y tomo distancia.
Mi semana se hizo eterna, entre el trabajo y las actividades sociales que tenia intentaba no pensar en el pero no podía, cada vez que mi cabeza recordaba su nombre, mi corazón explotaba y mi guata se llenaba de mariposas pensando en él.
¡Al final saque valor y lo llame y adivinen que, no me contesto!!!! Sentí que el mundo se me venía abajo y me puse a llorar como no lo hacia en mucho tiempo.
Finalmente me dormí, entre la pena y la desolación de sentir que lo había perdido sin antes tenerlo siquiera.