Lucas
Al llegar a mi apartamento, ambos empezamos a quitarnos la ropa, alzo a Serena, ella cruza sus piernas en mis caderas.
—Hace mucho calor, quitame todo!!, dice agitada.
**carajo ese bastardo de Nick la drogo, para acostarse con ella, pero lo estoy haciendo soy yo**, pienso.
Sabía que debía detenerme pero me ganaba mas las ganas de poseerla de nuevo que la razón.
Al llegar a mi habitación, Serena me quita la camiseta con urgencia, yo besaba y mordía su cuello, besaba sus pechos que aun tenia el brasier puesto.
Su voz temblaba de lo excitada que estaba, recode cuando estuvimos juntos la primera vez, antes de acostarla le quitó su brasier.
Sus senos estaban un poco más grandes, tal vez era por el embarazo, al acostarla me detengo por un momento.
—Serena deberíamos parar, digo agitado, ella me mira con lujuria
Extiende sus brazos y me abraza, —tengo mucha calor, quitame esta ansiedad,
—Carajo pero que droga te dieron, digo molesto y frustrado.
Ella me suelta el cinturón y mi pantalón, para este punto estaba muy excitada y duro por ella.
Me resigno y sigo el juego, un juego que mañana no íbamos a arrepentir en especial ella.
Chupo sus pechos, quito su pantalón y pantaletas de un tirón, bajo mi mano, empiezo a estimular su clítoris.
Serena empieza a gemir y mover sus caderas, al introducir mis dedos, ella se encorba un poco.
No dejaba de besarla mientras la estimulaba, Serena se viene entre mis dedos, —joder estás muy mojada!!, digo con voz ronca-
Ella se sienta en la cama, me baja los pantalones, ve mi miemb**, sin pensarlo dos veces, lo mete en su boca y mueve su cabeza.
—ha...coño!!, digo excitado, su boca me vuelve loco, coloco mi mano en con cabeza para meterlo más.
Ella me mira, sus ojos azules estaban llorosos ya que se lo había metido todo en su boca.
Lo saco y la acuesto en la cama, levantó sus piernas para penetrarla, al sentirla la empiezo a embestir con fuerza pero a su vez con cuidado ya que no quería hacerle daño a su bebé,
—¡JA!, son un imbecil hipocrita, me contengo para no hacerte daño, no debería tener relaciones contigo, digo agitado.
Ella gemía y con sus manos apretaba las sabanas, bajo sus piernas para que descansara y hace otra posición.
Cada vez que la embestía o la besaba nombrada a Damian, eso me partía el alma pero no podía parar, un momento solo por un momento quise ser Damian.
Los dos llegamos a nuestro climax, yo maldigo antes de venirme dentro de ella, ambos respiramos agitados, nuestros cuerpos estaban empapados de sudor.
Serena aun estaba caliente debido a la droga, ambos seguimos con un sexo desenfrenado toda la noche, hasta que pudo controlarse.
Serena
Siento como una pequeña luz entra a la habitación, sentía un horrible dolor de cabeza, al abrir mis ojos, miro a mi alrededor, me siento de inmediato al darme cuenta que no era mi habitación.
Me miro y estaba desnuda con mordidas y chupetones, me coloco mis manos en mi rostro,
—que estupida pero que hice, digo molesta conmigo misma.
Escucho que abren la puerta, me sorprendo al ver entrar a Lucas con una bandeja, tenía puesta una camiseta azul y un pantalón n***o de pijama y descalzo.
—Ten debes tener hambre y sed, lo miro en silencio.
—Serena yo, nosotros, anoche.., —tuvimos sexo cierto!!, digo resignada.
El mueve su cabeza afirmando mis palabras, —anoche te drogaron, creo que fue Nick, se quería aprovechar de ti.
—Con razon sabia raro mi bebida, maldito Nick, digo pasando mi mano por mi cabello.
—Me di cuenta de tu estado me acerque y por suerte lo detuve a tiempo, te lleve a mi auto, pero...el se detiene por un momento.
—Pero que!?, dímelo necesito saberlo, —tu empezaste a besarme, me confundiste con Damian.
Cierro mis ojos, sabía que no era mi culpa pero aun así el error ya estaba hecho.
—Se que esto no debio ocurrir Serena, intente detenerme pero tu estabas muy drogada y yo estaba algo ebrio.
Ambos nos quedamos en silencio, en ese momento empezó a sonar mi celular, Lucas me pasa mi movil.
Mis manos tiemblan al ver que era Damian, agacho mi cabeza.
Lucas levanta mi rostro, —oye esto no fue tu culpa, fue de ese bastardo, nadie debe enterarse de lo que ocurrió entre nosotros.
—come algo y vamos al hospital para que te hagan unos examenes y ver que el bebé está bien, espeta.
Mientras me bañaba mire mi cuerpo que estaba muy marcado, me salen unas lagrimas, Lucas tenía razón no tenía la culpa pero aun asi me sentia asi.
Al salir del hospital por suerte el bebe estaba bien, la droga no fue tan fuerte, Lucas se encargaría de todo, ya que debíamos tener pruebas para denunciarlo.
—No vas a contestar la llamada de Damian, dice Lucas, yo niego con mi cabeza, —creo que es mejor no hacerlo.
Lucas me abraza con fuerza, —tranquila te apoyare en todo, ese cabron pagara lo que te hizo.
Lo abrazó con fuerza, el era el único que sabía todo, —gracias Lucas.
Al llegar a casa por suerte no había nadie, me acuesto en mi cama y me cubro con las cobijas, no quería saber de nada ni de nadie.
No sabia porque en cierto modo me sentía aliviada de que fue con Lucas y no con otro, pero con qué cara vería a Damian.
Casa de la familia Walton
Todos estábamos reunidos en casa de la familia de Damián y Connor volvían hoy, después de ese dia casi no hablaba con Damián.
—debes estar feliz porque vuelve Damian, dice su ti Coraline.
—Claro que si, la última vez que nos vimos fue hace casi tres meses, digo con una sonrisa fingida.
En la reunión estaba sus amigos, cada vez que veía a Nick mi sangre hervía, Anyela estaba al lado de Lucas que no me quitaba la mirada.
Por alguna razón me sentía sofocada en ese lugar, Mahia se acerca a mi.
—Serena estas bien, estas algo palida, —no te preocupes estoy bien, algo cansada.
En ese momento todos empiezan aplaudir al verlos entrar, sentía que mi cuerpo temblaba, estaba feliz de verlo.
Se veía como un hombre mas serio, frío y calculador, saluda su familia, al verme se acerca a mi.
Lo abrazo con alegria, al sentir su calor olvido todo lo que había pasado, mi corazon latia muy rapido al sentirlo-.
—No sabes cuanto te extrañe Serena, dice dandome un beso, yo lo envuelvo con mis brazos.
No quería pensar en nada solo en nosotros y nuestro bebé, una sorpresa que se la daría más tarde o eso pensaba, antes de que las cosas se truncará más.