Ana Lago Contraje la mandíbula, esperaba que fuera una falsa alarma. Pero ahora era realidad, en mi vientre se formaba ya un pequeño ser que sería nuestro hijo, con nerviosismo sonreí. Una parte de mi tenía algo de miedo por que todo sucedió sin previo aviso, otra parte de mi estaba emocionada por que siempre he soñado con tener una familia, tener hijos con el hombre que amo. Ese hombre ya tenía nombre y apellido en mi corazón, esperaba que este bebé terminará por sellar nuestro amor. No tenía duda que Arturo sería un buen padre para él. —¿Ana estas bien? —escuché la voz de Lily quien me miraba con confusión. —Estoy bien, es sólo que… traer un hijo al mundo es una gran responsabilidad, tendré que hacerme a la idea que ya no podré pensar sólo en mí, sino también en alguien más —dije esb

