Capítulo 3

1999 Palabras
-bueno esta bien, lo siento- dije con una sonrisa mientras comencé a caminar a toda prisa dentro de la tienda y metiéndome en el primer pasillo que encontré Mi corazón martilleaba con fuerza, mi mente no daba crédito a la idea de que casi había huido de la escena del crimen, mire al rededor asegurándome de que el chico no viniera detrás de mi y me reclamara por haber roto su celular, corrí de nuevo adentrándome a mas y mas pasillos hasta que mi respiración se calmo y mis manos dejaron de temblar Le rogué a dios que nunca mas en la vida me fuera a encontrar a ese chico de nuevo y comencé a seguir con mis compras ............. Había pasado ya casi una semana desde que termine de amueblar mi casa, el color que había elegido era gris, todos mis muebles eran blancos y las cortinas que cubrían las ventanas también lo eran, mi estado de animo era cada vez mejor y aunque el clima era lluvioso nada de eso me importaba, las cosas en la funeraria iban bien, Ellioth y yo hacíamos un buen equipo y aunque su madre ya no estaba con nosotros allí de igual manera me sentía feliz Me encontraba terminando de firmar los últimos expedientes de los ultimos 5 servicios que habiamos tenido cuando mire que Eliotth estaba recostado en el sofá de la sala principal mirando televisión -cansado? -bromee acomodando la pila de papeles a un costado del escritorio -en realidad te estaba esperando - contesto sentándose con parsimonia -a mi?... - pregunte con cierto nerviosismo en mi voz -bueno no creo que te hayas acostumbrado tan rápido a estar completamente sola en una funeraria a estas horas de la noche - respondió regalándome una sonrisa -bueno en realidad apenas son las 8... pero si, tienes razón- dije queriendo desaparecer -te gustaría ir a cenar? - preguntó de la nada mientras yo estaba tomando mi bolso y mi chaqueta, entonces sentí como un frió recorría mi espalda mordí mi labio dubitativa mientras pensaba que responder, estaba agotada y estaba perfectamente segura de que el también lo estaba, pensé en que era mi compañero de trabajo pero que también era el hijo de la dueña y que quizá si algo no saldría bien entre nosotros yo seria la que terminaría perdiendo un trabajo increíble pero tampoco quería sonar grosera o lastimarlo porque también existía la misma posibilidad en la que yo terminaba desempleada así que buscaría la excusa perfecta para negarme a su petición e irme a casa Pero que le diría ¿Me duele la cabeza? ¿Estoy cansada? ¿Estoy en mis días? ¿Ya tengo otros planes?, de entre mis opciones elegí el decirle que estaba cansada pero entonces vi como se aproximaba a mi, era bastante guapo, su cabello n***o se movía con cada paso que daba, sus labios estaban rositas a causa de que se los mordía como gesto distraído y eran carnosos, su estatura era sumamente imponente y sus ojos totalmente negros le daban un toque misterioso y sexi a la vez, pero no debía caer, tenia que mantenerme alejada si quería conservar este empleo así que tome mi bolso y lo coloque sobre mi hombro -en realidad estoy muy can.... -te compraré pizza- interrumpió con una sonrisa en su rostro -de acuerdo, tu ganas- dije correspondiendo su sonrisa y caminando a su lado hasta el estacionamiento en donde estaba su coche mientras me golpeaba mentalmente por haber caído tan fácil -te haz sentido cómoda trabajando aquí? -pregunto una vez que nos subimos a su auto, me quite el bolso dejándolo sobre mis piernas y mire de reojo como pasaba saliva lo cual hizo que me pusiera nerviosa y mis mejillas adquirieran un tono rosado -si, todos han sido muy amables y también me haz ayudado cuando lo necesito - respondí bajando sutilmente mi falda cubriendo un poco mas mis muslos aunque las medias que traía puestas me daban comodidad -es un placer, igual siento que si hubiera pasado un día mas sin que llegaras, mamá se hubiera vuelto literalmente loca- dijo con una sonrisa mientras serpenteaba por la calle entre los autos -porque renunció la chica anterior? - pregunte extrañada ya que el ambiente entre los trabajadores era tranquilo y divertido -era hija de una de las amigas de mamá, creo que por eso nunca tomo el trabajo enserio, hacia lo que quería, venia cuando quería y era un dolor de culo para todos - respondió negando con la cabeza - pero ahora que ya no esta... todos estamos mejor - continuo mirándome de reojo Después de unos segundos me quedé embelesada mirando las calles de la ciudad, las tiendas de ropa, los restaurantes, y todas las cosas que habían por doquier, era una ciudad sumamente hermosa y me sentía feliz por haberla elegido para vivir -llegamos - dijo Ellioth después de unos minutos estacionándose frente a un restaurante -pudimos haber comprado pizza en cualquier otro lugar barato - dije volteando a verlo y regalándole una leve sonrisa -lo se, pero cuando pruebes la pizza de aquí no querrás ir a otro lugar en lo que te resta de vida- dijo abriendo la puerta del auto y bajando elegantemente -espero que tengan chocolate caliente - respondí bajando del auto y caminando junto a el hasta el interior del restaurante Tome la correa de mi bolso con mi mano y fui consiente de la diferencia de estatura entre el y yo, le llegaba por debajo de los hombros, su perfume impregnaba mis fosas nasales y me acerque ligeramente mas a el mientras me deleitaba con el aroma, al entrar al restaurante me percate de que era un lugar muy bonito, no irradiaba lujo pero tenía ciertos toques que le daban un aire refinado, nos encaminamos a la segunda planta como si el lugar le perteneciera y supiera exactamente que hacer y a donde ir Elegimos una mesa al lado del balcón mientras me distraía mirando las luces de la ciudad, entonces llego la mesera y pedimos chocolate caliente y pizza especial -bueno... llevas casi un mes y medio en la ciudad, dime que te a parecido - inquirió Ellioth mirándome con interés -es hermosa, me encanta que sea tan bulliciosa, siento que hay un montón de cosas por hacer, y me siento feliz por poder hacer cosas por mi misma, por sentirme autosuficiente - respondí con una sonrisa en mi rostro Era increíble ver como platicaba tan tranquila con el, me daba un sentimiento de paz indescriptible, era como si estuviéramos completamente solos en el restaurante, como si nada más existiera a nuestro rededor, la conversación fluía con rapidez, sonreía sin poder evitarlo y el también reía a carcajadas de vez en cuándo Minutos después llego el chocolate caliente y tome el vaso entre mis manos y sentí como mis dedos agradecían el gesto ya que estaban bastante fríos por el clima, tome un poco y note como Ellioth me miraba fijamente -te ensuciaste un poco- dijo mirando mis ojos y mis labios para después limpiar la comisura de mis labios con su pulgar y llevárselo a la boca provocando que mis mejillas se tornaran de un color rosa y mi corazón martilleara al punto de querer escapar de mi caja torácica -idiota- dije con una sonrisa en mis labios y después sentí como si un balde de agua helada me hubiera caído encima.... acababa de llamar "idiota" a el hijo de mi jefa El entonces comenzó a reír y a negar con la cabeza mientras que tomaba mi chocolate y le daba un sorbo -esta delicioso, tal vez debería pedir uno igual - contestó relamiéndose los labios -porque estas actuando así? - pregunte confusa -enserio no te as dado cuenta? - respondió con otra pregunta mientras acercaba su silla un poco mas a la mesa -de que? - inquirí enarcando una ceja -Miley me tienes en la palma de tu mano, desde el primer momento en que nos vimos, sentí como si te conociera de toda la vida, como si quisiera verte todos los días en las 24 horas del día, todos los trabajadores lo saben, todo el mundo sabe que solo busco excusas para estar cerca de ti, para hablarte, para verte... - respondió mirándome a los ojos estudiando mi reacción -porque nunca me lo dijiste? - pregunté tratando de ocultar la sonrisa que se formaba en mis labios -no lo se... había pasado muy poco tiempo supongo- declaro encogiéndose de hombros Entonces llego el mesero con una bandeja de pizza y un silencio se apodero de el lugar, a mi mente solo se paseaba el recuerdo de como mi antigua relación me había lastimado, en como no quería volver a sentir ese dolor de nuevo y comencé a jugar con un trozo de pizza en el plato mientras me preguntaba si era mejor dejarme llevar o cortar todas las posibles emociones que surgieran entre nosotros -te incomode? - preguntó sincero mientras se encorvaba ligeramente -no es eso, es solo que hace poco que termine con mi antigua relación y aun no me siento lista - respondí mirándolo a los ojos -tranquila Miley, el que te diga mis sentimientos no te obliga a corresponderlos - contesto dedicándome una sonrisa tierna y acariciando el dorso de mi mano por encima de la mesa -podrías darme un poco de tiempo? - pregunte sintiendo como mis ojos se cristalizaban -toda la vida si es necesario- dijo mientras retiraba su mano lentamente provocando que un sentimiento de vacío se apoderara de mi pecho al no sentir su tacto me sentí completamente estúpida al ver qué solo tenía poco más de un mes en la ciudad y ya estaba involucrándome sentimentalmente con alguien, apreté mis manos hasta que mis uñas se marcaron en mis palmas y respire lentamente para que Elliott no se diera cuenta, segundos después afloje el agarre y tome el trozo de pizza entre mi mano, al darle el primer mordisco a mi rebanada sentí como mis papilas gustativas hacían fiesta dentro de mi boca y recordé las palabras que había dicho Ellioth antes de entrar aquí... tenía razón, nunca mas comería pizza de otro lugar Seguimos conversando mientras la cena continuaba, era un chico bastante interesante, y me parecía atrayente como me prestaba toda su atención, incluso llego un momento en el que una chica le dio su numero en un papelito y el simplemente lo arrojo por el balcón mientras reía y me contaba otra anécdota que le había pasado Me di cuenta de que era bastante tarde por la cantidad de vasos que había en nuestra mesa, al parecer ya era mi tercer chocolate caliente y Elliott ya había pedido su segundo plato de helado de vainilla -iré al baño - dije levantándome de mi lugar mientras que Elliott asentía y seguía comiendo helado Después de lavar mis manos me quede mirándome en el espejo, mis ojos tenían aquel brillo que habían perdido hace meses, sonreí al pensar que mudarme aquí fue la mejor decisión que había tomado en mi vida, me sentía plena, me sentía feliz y quizá podía permitirme sentir de nuevo mariposas en el estomago, dejaría que el tiempo fuera el que decidiera, sin embargo, no me iba a negar esta vez Aleje de mi cabeza todos los pensamientos pesimistas, estaba segura de que si nuestra amistad continuaba bien, tal vez podría llegar a algo mas, retoque mi labial y después de asegurarme de que mi falda estuviera bien acomodada en su lugar abrí la puerta del baño, esto provoco que golpeara contra una superficie dura, entonces la impulse con mas fuerza provocando que se abriera abruptamente mientras un chico sobaba su hombro y hacía una mueca de dolor... un chico que ya había visto antes -mierda-susurre mientras el chico que había visto antes en la tienda volteaba a verme -que carajo sucede entre tu y las puertas? -preguntó con el ceño fruncido mientras se erguía y acariciaba su hombro
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