Sin embargo, para su sorpresa, Ivanka luego le sonrió y luego, con un pequeño plato en la mano disfrutando de otro trozo de pastel de fresa, la interrumpió con su voz dulce y calmada.
—Vinimos a darte la bienvenida al grupo: ¡“Yerno y nueras Wallas”!
—¿Cómo? —preguntó Laura, confundida y sin poder ocultar su desconcierto.
—Sí, mi hermana y yo hicimos una apuesta, si Antonio traía novia o los chicos, los meteríamos en un club llamado “Yerno y nueras Wallas” Digo "yerno" porque seré el único yerno, bueno, al menos a menos que uno de los chicos menores se vuelva gay, pero no lo creo.
—¿"Yerno y nueras Wallas"? —respondió Laura
—Si, así es, yo seré el administrador. Vanka mi hermana—La señaló— no sirve para liderar, organizó ella sola la fiesta para su esposo y fue un desastre.
—¡Ahh ¿Ha
