Minutos después… —Bueno… ya estamos aquí. —Si—comentó Laura con su rostro enrojecido. La pareja llegó al juzgado, y al entrar tomados de la mano se encontraron con el reverendo Josh y cinco de sus diáconos vestidos con sus sotanas y sus cruces. La alegría en sus rostros era evidente mientras felicitaban a Antonio por finalmente renunciar a su voto de celibato. —¡Si, llegaron!—exclamaron todos con alegría. Antonio no se podía negar que se sentía algo melancólico porque su familia no se encontraba presente, ya que, todos no estaban en la ciudad. Pero, era un matrimonio por conveniencia hasta ahora y por los momentos las cosas tenían que ser de ese modo. El reverendo Josh y sus diáconos avanzaron hacia Antonio y Laura con la intención de abrazarles. Josh extendió sus brazos y abrazó a A

