Entra a la sala de baño y en una esquina de esta, en un amasijo sin sentido, se encuentra el vestido naranja con flores estampadas y un sujetador gris claro sin forma, con unas bragas blancas. Se desnuda con movimientos ágiles, dejando la pistola cerca, se ducha con rapidez. Antes de encontrarse de nuevo con Caterina, ha corrido durante varios kilómetros y empieza a hacer calor. Así que si debe moverse, debe sentirse cómodo. Se viste con un traje de lino ligero, claro, a la medida, deja desabrochados los primeros dos botones de su camisa blanca de algodón egipcio; se deja la chaqueta desabotonada y se calza unos mocasines de cuero italiano grises. No usa más accesorio que el anillo representativo del jefe de la familia en el dedo anular y una delgada cadena de plata que le regaló su pa

