Lily LilyPodía acostumbrarme a esto. Cama suave. Sábanas incluso más suaves. Darius rodeándome, su brazo rodeando mi cintura, su pecho en mi espalda. Nunca me había sentido tan segura, tan descansada. No quería moverme. Nunca. —¿Cómo se siente tu pierna? —Darius besó mi cabeza, pero no se movió. Mi pierna. Me había olvidado por completo. Moví mi pierna, primero con timidez, luego con más confianza cuando no quería llorar de dolor. Los músculos estaban adoloridos, como si hubiera hecho muchas sentadillas el día anterior, pero me sentía genial, solo eso. La agonía profunda que había sufrido debajo de esa roca había desaparecido. Era un recuerdo. No era uno que quisiera recordar o repetir ahora que mi pierna estaba curada. —La doctora tenía razón. El dolor se fue. Supongo que el hueso d

