TESSA
—Ahí está —señalé el edificio de apartamentos de Alexa, y Gabriel estacionó su coche en un lugar en la calle.
Se inclinó hacia adelante y miró a través del parabrisas. —¿Aquí es donde vive Alexa?
Giré la cabeza hacia él. No le había dicho que Alexa era la amiga con la que me estaba quedando. Como ella trabajaba en la firma, no quería hacer las cosas raras para ella.
O, supuse, más raras.
—¿Cómo sabías que me estaba quedando con Alexa?
Gabriel se volvió hacia mí. —Hoy le pregunté por ti, pero no quiso darme información. Solo dijo que debería hablar contigo. Cuando mencionaste que estabas con una amiga, até cabos.
—Oh —bajé la mirada hacia mis manos entrelazadas—. Nunca quise involucrarla en esto.
—No te preocupes. Mis labios están sellados, y no tengo nada en contra de
