Mason —Tengo buenas noticias —dijo Parker asomando la cabeza por la puerta de mi oficina con una gran sonrisa. —¿Qué? —pregunté con frialdad. Me vendría bien una buena noticia. No había podido dormir desde que mi relación con Grace se vino abajo. Durante un tiempo, me había sostenido con rabia, pero después de descubrir que fue Ashley quien escribió esa carta de extorsión y no Grace, me consumía la culpa. La culpa se mezclaba con mi desamor, arrepentimiento y soledad formando una miserable sopa en la que había estado marinado desde entonces. Sabía que me estaba comportando como un completo imbécil en la oficina, pero no podía evitarlo. Me sentía demasiado miserable por dentro como para fingir otra cosa por fuera. Parker se acomodó en la silla frente a mi escritorio y puso los pies sobr

