• LA CITA •

1439 Palabras
Quedó algo sorprendida, creí que lo vería en la cafetería. Pongo llave a mi casa mientras el se pone de pie. Cuando me animo a saludar, me extiende su mano regalandome una flor, una llamativo hortensia muy hermosa. —Hola... decidí pasar por ti— me avisa mientras tomo la Flor y le regaló una sonrisa algo apenada, pues nunca me habían regalado una flor antes, que no fuera un familiar claro! —Oh, gracias, es...— me encanta este chico —Hermosa. Toma mi cintura con su mano mientras se hacerca para darme un beso, yo aún sobre el escalón que me permite mediar un poco es su gran altura, acepto su beso y acaricio su mejilla. —No tan hermosa como tú pequeña— Me dice al separarnos, con una mirada tierna. Yo solo siento mi rostro ponerse colorado, y agachó mi cabeza. Sin mediar más palabras toma mi mano para bajar el pequeño escalón, y de la misma forma seguimos caminando, siento súper cursi este momento, pero estoy feliz, feliz de al fin estar con el. Durante el camino platicamos, platicamos mucho cosas de nosotros gustos, molestias, cosas chistosas; compartimos muchas ideas, hasta llegar a la cafetería Llegamos y nos dirigimos a pedir nuestra bebidas, yo encargó un café solo con hielo y una piedra de avena, Nian pide también un café con hielo pero con un poco de crema batida y una rebanada de pan de zanahoria. La amable cajero nos cobra después de insistir en que está vez pueda pagar al menos mi parte, y está vez Nian lo acepta. buscamos la mesita de anoche, es curioso como de alguna forma los dos decidimos buscar la mesita sin decirnos nada. Esperamos nuestros cafés y mientras Nian no deja de verme, y sinceramente me pone a temblar, tiene una mirada fuerte y seductora. De pronto siento que toma mi mano y eso me pone más nerviosa, talvez si platicaramos se haría más liviano el ambiente, pero no solo nos vemos callados por un buen tiempo. —Dos cafés fríos uno con crema batida— lo dice la mesera del lugar interrumpiendo nuestro momento. —Si, si gracias— Dice Nian apartando su vista de mi para aceptar las bebidas. Cuando la chica nos pone atención, veo que pestañea al reparar en el rostro de Nian, y después voltea a verme y regresa su mirada con Nian y repite el mismo movimiento, como no creyendo que pueda estar conmigo. —Aammm.... a y una galleta y un pan de zanahoria — continúa templando su voz y sin apartar su mirada de el. Yo me parto a reír sin poder evitarlo, y la chica reacciona y voltea a verme algo confusa. —Perdon, perdón... gracias —Alcanzo a decir y ella se va asintiendo —Que es lo que te da tanta risa —Pregunta Nian contagiandose de mi humor. —Dome que no viste como veía — Continuo riendo —Yo no me veo así cuando te miro, ¿cierto?—Concluyo aún sin parar de reír. Nian me ve y se ríe también sin contestar mi pregunta, e intuyo que eso es un si. —No lo sé, no le puse atención — Me responde después de reírse —Pero se que cuando te veo yo si me quedo como atontado— lo dice ahuecando su menos en mi mejilla y acercándose hasta besarme. Y entonces dejo de reírme, solo por poco, por qué después mi risa escapa rompiendo el beso, lo cual parece no molestarle. Así continuamos platicando y riendo por tonterías y trivialidades, mientras disfrutamos de nuestro café. Cuando veo mi celular noto que ya van a ser las 6:00, no se en que momento, antes no nos han corrido. Salimos del café y el me lleva a mi casa. Llegamos y al momento de despedirme, busco si labios para darle un corto beso, pero en el momento en que el acepta me toma de la cintura y de pronto el corto beso se vuelve apasionado. En un momento de descontrol, abro la puerta tomándolo de la mano y haciéndolo pasa al interior de la casa, y seguimos besándonos. El se sienta y me acomo sobre sus piernas frente a el y seguimos besándonos. Entre el beso sus manos baja y llegan a mi trasero y yo acaricia su cabello. Creo que llegaremos a algo más, tengo algo de miedo. A mis 17 años aún sigo siendo virgen, aúnque de el no lo creo no solo es más grande que yo es demaciado sexy, como para que más de una hubiera dejado pasar la oportunidad con el. Pero de pronto siento que trata de deshacerse de mi blusa y yo se lo permite tejandome solo con el bralet rosa claro. Creo que si, hoy será ese día, al fin Lilly y Nara dejarán de burlarse de mí porque no eh tenido s**o, eso sí me atrevo a contarles sobre Nian. Un destello de luz llega a nosotros, desde el exterior de la ventana y es así que terminamos nuestro beso sin llegar a nada más. Entendemos que mis padres no pueden vernos así, y nos separamos yo buscando mi blusa y el mirándome desconcertado y asustado. —Calmate, ¿si?— lo digo tratando de tranquilizarlo— Ellos entraran por la puerta de la cochera, solo sal por en frente— Concluyó y el asienta caminando a la puerta. —Te llamo, ¿De acuerdo?— me pregunta antes de cerrar la puerta. —Si claro, adios— responde haciendo que se vaya para cerrar la puerta. Corro al sofá y tomo mi celular como si lo hubiera estado viendo ya hace un rato. Es cuando entran mis padres por la puerta de la cochera y mi hermana tras de ellos embobada con el celular, igual que yo, supuestamente. Hablamos un poco de su visita al zoológico y después de negarme a cenar, subo a mí habitación. me acomodo en mi cómoda cama aún sin creer que estuve a punto de perder mi virginidad ¡Wow! fue demasiado exitante y el que mis padres llegarán, le dió un toque de adrenalina al momento. Reviso mi teléfono en busca de algún mensaje de Nian, pero en cambio veo el chat de mis amigas a punto de reventar, están ansiosas por qué les cuento de la noche de la fiesta. YO: TRANQUILAS CHICAS MAÑANA EN EL COLEGIO LES CUENTO... Pasa un tiempo y no recibo respuesta de ni una de las dos, imagino que estarán otra vez enfiestadas. Ya que también tengo mil llamadas de ellas y audios donde tratan de localizarme para pasar por mí. Apenas suelto mi teléfono recibo una llamada y contesto muy emocionada creyendo que es Nian. —Hola guapo— contesto coqueta. —Hola— me responden con tono de confusión, y entonces vuelvo a ver mi celular y no, no es Nian es un número desconocido, ¿Cómo no me fijé antes? que pena. —Hola, ¿Quien habla?— decido preguntar —Hola Mar, soy Fabián— Me pregunta y yo sigo sin entender como tiene mi número o por qué me habló. —Si, si te recuerdo —Contesto— ¿Que pasa? —Pregunto tratando de no parecer grosera. —Nada solo quería saber si hablábamos un poco o si quieres salir algún día, no se— me suelta sin pena. —Oh, ok... no lo sé está semana creo estar ocupada con las clases y las tareas, ya sabes— Afirmo creyendo que entenderá. —Si lo se ... pero el fin de semana ¿O ya tienes planes?— me pregunta, seguro de si mismo, y a mí me apena lo que estoy a punto de hacer, pero creo que es lo mejor para mí y para el. ¿Ooooh, lo ciento, no creo saldré con mi novio—, En realidad no sé si saldré con Nian pero espero que con eso deje de insistir Fabián. —Okey, entonces tienes novio— me responde más como afirmación que como pregunta, —Creo que olvidaste mencionarlo ayer. —Me cuestiona algo tajante. —Si... es que es reciente ¿Sabes? —Nian ¿Cierto?— me vuelve a cuestionar. —Si— tan solo eso contesto —De acuerdo...— hace una pausa — Creo que te veré en la escuela mañana —Continua—Adios. —Adios— Apenas y alcanzó a decir antes de que me cuelgue la llamada. Me quedo algo confundida ¿Que acaba de pasar?.... Y aún no tengo idea de cómo tiene mi número, ya no le pregunté.
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