Levi se dio la vuelta y mordió la suave piel detrás de nuestro cuello y luego nos arrojó lejos de él. Volvió a su piel con un brillo asesino en sus ojos.
Mi bestia le gruñó antes de dejarme avanzar. Me moví hacia mi piel y comencé a dar vueltas a su alrededor mientras él me hacía a mí.
Se rió y luego me lanzó un puñetazo. Lo atrapé, para su sorpresa y la mía, y luego aproveché la oportunidad para empujarlo hacia atrás con fuerza. Algo hizo clic en mí y sentí como si mis venas fueran líneas eléctricas bombeando al máximo.
Me lancé hacia él y lo tiré con fuerza al suelo, luego le di un fuerte golpe en la barbilla seguido de otro. Gruñó brutalmente y me clavó en la barbilla antes de darnos la vuelta mientras sus abanicos empezaban a sobresalir de nuevo.
Levanté una mano con garras hasta s
