—Oh Dios mío, está bien, ya terminé, ¡Ethan, tú ganas!— Evan salió corriendo.
Ethan se rió mientras Evangeline le daba a Ellie un beso en la mejilla. —Sabes, creo que Evan tiene razón, deberíamos cenar más aquí—.
Todos nos reímos mientras Evan parecía derretirse de vergüenza. Terminamos los brownies mientras Derek preparaba café. Evan y yo ayudamos a Derek a limpiar mientras Ellie les mostraba la cabaña a Evangeline y Ethan.
Me sequé las manos y luego corrí al baño de mi habitación muy rápido, vaciando mi vejiga llena de vino que casi empezó a dolerme. Ni siquiera noté a Ethan allí cuando salí. Estaba mirando mi piel de oso, dejando que sus dedos se deslizaran sobre el pelaje, mientras sus ojos contenían una profunda nostalgia.
—Levi lo hizo por mí, es decir, la manta—, dije suavemente
