3 años más tarde...
Amelia aparcaba su auto frente a la mansión de sus padres, se le veía bastante entusiasmada, ese día en particular lo esperó con ansias por mucho tiempo.
—Llegamos, Paolo. Es hora de que hablemos... —Se quitó el cinturón de seguridad y se giró hacia su compañero en el asiento del copiloto. —Espero que te comportes esta vez allá adentro si no quieres que papá estalle... de nuevo. —Le dijo seria. —Aléjate del estudio de papá, no lo vuelvas a poner patas arriba, también aléjate de los libros de Joseph, claro, para mamá y Joseph es gracioso cualquier cosa que hagas, pero para papá no lo es tanto, no es divertido que te comas todos los documentos que hay en su estudio. ¿Entendido?
Paolo parecía escucharla con atención, se lamió el hocico y volvió a dejar su lengua colg
