A sus 20 años, Amelia estaba entregada a los estudios y a su preparación para recibir todas las responsabilidades del Imperio Bustamante, se corría el rumor de que sería la única sucesora y no compartiría el liderazgo con Joseph como se pensaba, ya que él se negaba a tener vínculos con el mundo empresarial. Todo ello había llevado a Amelia a hacer a un lado una vida amorosa o a salir con chicos, tenía otras prioridades; sin embargo, soñaba con la llegada de su media naranja y no se cerraba a las posibilidades. Owen estaba despertando en ella cosas nuevas, sensaciones fuertes que podrían ir más allá que un simple gusto por su atractivo, lo cuál le parecía ilógico por tratarse de un extraño que apenas conocía. —Entonces, ¿Qué más te gusta hacer? —Cambió de tema drásticamente al notar que se

