- Dylan - digo levantándome de mi asiento. - si te encuentras muy aburrido el día de hoy. Te recomiendo que vayas a ejercitarte, a leer o cualquier otra cosa en la que puedas distraer tu mente sin molestar a los demás.
Dylan bufa molesto.
- Eres la primera mujer que afirma que soy una molestia por pedirle que sea mi novia.
- Quizás no hayan tenido el valor de decirlo en tu cara - digo restándole importancia.
- ¿Sabes? - dice rodeando la mesa que nos separa, para estar frente a mí, a centímetros de mí - no sé el motivo de tu actitud defensiva hacia mí, tampoco me interesa saberlo - dice encogiéndose de hombros. Para después tomar mi mentón con su mano - pero de algo sí estoy seguro. Ya te escogí para que seas mía y de ello no habrá quien te salve.
Bueno ¿Y este que se cree?
Sonrí
