Seguimos hablando de otras cosas y mis ánimos mejoraron un poco. El restaurante estaba cerrando asique decidí ir a mi habitación. Alejandro se ofreció a acompañarme hasta la puerta. - Disculpa mi atrevimiento, pero me dejas pasar al baño? Es que estuvo tan animada la cena que me olvide de ir al servicio. - Si si, pasa – entramos a la habitación, ingreso al baño y yo aproveche para sacarme los zapatos y desatar mi pelo. Lo despeine un poco para relajarme mi cuero cabelludo . - Ahora si – dijo saliendo del baño- perdona mi poca caballerosidad. - No pasa nada – nos dirigimos a la salida y cuando salimos de mi habitación Benjamín salía del ascensor, me miró de pies a cabezas. Miró también a Alejandro y solo sacudió la cabeza. Sabía que mis fachas no eran las mejores, además de eso Alejan

