ROSE
—¡Mierda, mierda, mierda! —maldije entre dientes mientras corría por la acera, empapándome más a cada segundo.
Llovía a cántaros, y hoy no había traído ni paraguas ni abrigo. Esta mañana, el clima había estado cálido y soleado. Incluso había decidido ponerme un vestido con tacones de tiras, que ahora estaban completamente resbaladizos.
Sí, gracias, aplicación del clima. ¿Qué demonios?
Sostuve mi bolso sobre la cabeza, pero mi cuerpo estaba bajo un ataque total de lluvia y ahora estaba empapada. ¿El universo tenía algo personal contra mí hoy? Había tenido un día horrible en el trabajo. Solo quería llegar a casa, servirme una copa de vino y relajarme.
Los lunes… los odiaba. Trabajar como Jefa de Marketing en una empresa de maquillaje era genial, y me apasionaba mi trabajo. Sin emba
