ROSE Al menos los padres parecían divertidos con el término cariñoso —definitivamente se lo creyeron. ¿O no? Su mamá sí, seguro. Lo adoraba, podía notarlo. En cuanto a su papá, pensé que detecté asombro en su expresión por la forma en que alzó ligeramente una ceja, pero si realmente se lo creyó, no podía decirlo. Intentando pensar rápidamente cómo formar las siguientes palabras, tomé un momento para recomponerme. —Bueno, es una historia divertida —dije finalmente—. En realidad somos vecinos —habíamos acordado antes esperar para decirles que ya me había mudado. Necesitaba tener cuidado de que eso no se me escapara accidentalmente. Helen jadeó. —¿De verdad? —parecía muy intrigada—. ¿Vecinos? ¿En el mismo piso? —SÍ —asentí—, y nos habíamos visto por ahí. —¡Qué emocionante! ¿Y fue a

