Aclarar situaciones y exponer verdades
(Francisco Freites)
Iba caminando por el pasillo con una enorme sonrisa al recordar la foto que me envió, esos pezones duros me hacían elevar la imaginación. Al escuchar los gritos de Irina, de inmediato todo cambió.
El enojo volvió a apoderarse de mí y sentí una frustración que no podía disimular. Me detuve para ver que tenía que decir y entonces pude deducir que ya sabía la verdad. Seguramente había intimidado a Miranda para que confesara la verdad.
Sentí muchas ganas de decirle que quería irme de su lado ya. Pero no podía ser tan despreciable.
Teníamos que hablar y darle la oportunidad de expresar su punto de vista. No pude concentrarme a la explicación del profesor, mi cuerpo estaba presente, sentado en un puesto en ese enorme salón ased
