Voy rumbo al lugar donde Roger y su novia supongo ya me esperan, cuando llego estaciono la moto en el parking, al entrar una bella joven me indica que me esperan, como me lo suponía.
Camino hacia donde la joven me indica.
- Hermano!.
Me dice Roger.
Sonrío y saludo.
- Buenas noches.
Les digo a ambos, la novia de Roger es muy bella.
- Hermano te presento a mi hermosa novia, Marie, hermosa el aun que no lo parezca es mi hermano.
La joven sonríe por la broma, esta claro que somos hermanos, solo la vestimenta nos diferencía, el siempre casual bien vestido.
Yo llevo mi chaqueta de piel.
- Un placer Marie, Roger me ha hablado mucho de ti.
- Un placer Raymond, si, la verdad e escuchado muchas cosas buenas sobre ti.
- Si, imagino, mi hermano siempre me hace quedar bien.
Ella sonríe y me siento al lado de estos dos tórtolos.
- Y cuéntame, que es lo que te gusta de Roger, no es bien parecido, ni sabe buenos chistes.
- La verdad es que es muy amable y gracioso, yo, acabo de salir de una complicada relación, pero desde que conocí a Roger he vuelto a sonreír, tu hermano es maravilloso.
Ella parece sincera al hablar, me da gusto que piense eso de mi hermano, pues es verdad, Roger alegra la vida de cualquiera.
La cena es tan agradable, Marie parece muy gentil, ella habla de mi hermano y sus ojos brillan, es increíble como estos dos parecen ser una pareja perfecta, me alegro por Roger, el se lo merece.
- La cena y la compañía fueron excelentes, pero debo irme.
- Si, nosotros también, debo llevar a Marie a su hogar, después iré a casa.
- Bien nos veremos allá, Marie, un placer conocerte.
- Lo mismo digo, eres como tu hermano me lo dijo, cuida de el.
- Siempre lo hago.
Le digo al tiempo que salgo del lugar, la realidad es que me siento feliz por el, se merece un amor verdadero, las jóvenes con las que ha salido han sido crueles al conocer sus sentimientos, pero ella parece ser como el, de buenos sentimientos, pago la cuenta de la mesa y les envió un postre, mi hermano me envía un texto cuando estoy fuera del lugar.
Gracias!
Verdad que es adorable, estoy tan enamorado de ella Raymond, deseaba que le dieras el visto bueno, y por tu rostro se que sinceramente te agrado.
Gracias por la cuenta y los postres.
Mi hermano es el ser mas gentil del mundo, por supuesto me alegro que encontrase a alguien como el, ella no parece mala persona, así que mientras el sea feliz y lo traten bien, todo estará bien conmigo.
Cuando llego a casa supongo ya mis padres duermen, voy hacia mi habitación y 2 minutos después de cerrar la puerta mi madre abre sin siquiera llamar.
- Ya ni siquiera tocamos la puerta.
Le digo algo malhumorado.
- Esta es mi casa, y puedo entrar a donde me plazca, espero que no hayas arruinado la cena de Roger.
Suspiro pesado, así que me esperaba por que creía que hecharia a perder las cosas con Roger, que tristeza que siempre tenga ese concepto de mi.
- No madre, todo fue muy bien, es una dulce chica, es como Roger, y la pasamos genial, te importa!
La invito a salir de mi habitación, estoy cansado todo el día en la empresa, después venir aquí solo ducharme y salir de nuevo, quizá mi mal humor es por que no pude quitar mis ansias, mi antojo con Sofia, la hecho de menos, desearía estar ahora mismo haciéndola mía, caray.
- Bien, eso espero, suelen ser de mala suerte para Roger.
Cuando me dice eso no se imagina cuanto me lastima, no comprendo por que siempre ha sido así conmigo, yo no tengo la culpa de ser como soy, de poseer ese carácter que según mi padre es suyo, ella y yo somos iguales, y quizá por ello no podemos estar juntos.
- Sabes madre, yo también soy tu hijo, no crees que deberías meditar tus palabras antes de decirlas.
Mi madre se queda seria y habla tan directa como ella lo hace.
- Siempre me preocupo por ti, te he dicho miles de veces que no subas a ese aparato, esa motocicleta sera tu perdición, terminaras muerto en algún accidente, pero es tu vida, yo me preocupo por tu hermano por que se que el es sensible, tu no.
Ella sale por la puerta dejándome triste, molesto quizá, no lo se, con ella siempre es así.
Decido ir a ver a Sofia, en este momento necesito sacar esta maldita sensación de tristeza.
Voy hacia su apartamento, le llevo un hermoso collar que compre para ella.
Al llegar subo en el ascensor, al salir en su piso camino por el pasillo y observo a Sofia besando en la mejilla a un joven que parece de algunos 19 años, me apresuro a llegar a ellos y de inmediato furioso le recrimino que demonios está haciendo.
- Pero que sucede aqui, quien es este infeliz Sofia.
Ella abre muy grandes los ojos, y se coloca entre ambos.
- Tranquilo Raymond, el es... Mi hermano Hans, Hans el es mi novio Raymond.
El hombre la observa serio y después me tiende la mano, maldición, es su hermano.
- Yo. lo siento no sabia que tenias hermanos.
- Bueno pues no te habías preocupado por preguntármelo.
Me dice ella molesta.
- Bien yo tengo que irme Sofy, un placer Raymond.
El joven se aleja, me siento un patán ahora mismo, maldición, lo heche a perder, pero por un momento creí que!!
- Yo... Lo siento es que, hoy tuve un día... Complicado, creo que pagué con el pobre de tu hermano mi malhumor.
- Si, eso es algo muy grosero, el viene a visitarme y tu le gritas.
- Lo siento, de verdad!
Tomo de mi saco la caja con el collar que le compre.
- Ten, te he traído algo.
Ella sonríe y abre muy grandes los ojos.
- De verdad? que es Raymond?
Lo abre y sus hermosos ojos brillan.
- Es hermoso Raymond.
Ella me abraza y besa, abre la puerta y entramos al departamento.
La llevo a la cama y ella me dice que se daría un baño, pero que me ponga cómodo.
- Pero estas bien!
Le digo con estas ansias por tenerla.
- NO, yo... salí a correr y apenas iba darme un baño cuando Hans llegó, pero salgo rápido.
Ella va a la ducha, yo me preparo para hacerla mía, cuando sale de la regadera mi mirada se tiende sobre ella, va desnuda, su cuerpo aún húmedo se ve increíble, sus curvas, esos pechos que de inmediato me hacen tragar con dificultad.
Voy hacia ella y la llevo dentro de la cama, beso sus labios, su cuello, mientras ella gime fuertemente por el placer, acaricio sus pechos y después mi m*****o endurecido la hace mía, la penetró con fuerza, esto es maravilloso, la verdad es que ella es increíble en la cama, me complace de muchas formas, cada encuentro es aún mejor que el anterior.
Llego a casa muy de madrugada, me doy un baño y me voy a dormir, satisfecho por haber olvidado mi mal humor de hace unas horas.
Unas horas después salgo con rumbo a la empresa, se me hizo algo tarde, algo que odio, pues no por ser hijo del dueño me doy estas libertades, llego 5 minutos tarde, me reprendo a mi mismo, pues debemos ser el ejemplo de las personas que laboran aquí.
- Creí que te había sucedido algo, siempre eres el primero en llegar a la empresa.
- Si, lo siento acabo de ver tu mensaje, me quede dormido, imperdonable.
- Solo fueron 5 minutos...
Me dice Roger.
- Es dinero perdido Roger.
El sonríe y va hacia su despacho.
Al medio día le pido a mi secretaria que pida algo para comer, aun no he siquiera desayunado, hay mucho trabajo.
Después de comer algo rápido continuo con el trabajo, que hoy parece aun mas pesado que otros días.
Llaman a la linea de mi despacho.
- Que sucede monica?
- Señor Denter, una persona lo busca, dice que necesita hablar con usted?
- Creí que no tendría reuniones el día de hoy.
- SI, así es señor, la joven no tiene cita.
- Joven? Quien es?
- Disculpe su nombre.
Le dice Monica a la persona que llegó.
- Dile que Almira Sáenz está aquí, y no voy a irme hasta que me reciba.
Maldición, Almira pero que demonios hace aquí.
- Dile que pase, y por favor que nadie nos moleste.
Ella entra y cierra la puerta de golpe, supongo que ya se enteró de lo mio con Sofia.
Almira es una bella mujer de 32 años con la que tuve una aventura, ella quería ir más allá, matrimonio, pero yo me negué, le dije que solo había pasión, si quería seguir sin amarres estaba bien, pero si deseaba algo más no sucedería, ella es la viuda joven de la ciudad, su esposo era un hombre mucho mayor que ella, que falleció de un infarto hace 6 años, ella y yo solo tuvimos encuentros, nada serio, cuando comencé a ver que se empeñaba en algo mas la deje, pero siempre me está vigilando, quiere algo mas de mi, pero no sera asi.
- Hazme el favor de no azotar la puerta, en segundo lugar que haces aqui, estoy muy ocupado Almira, no tengo tiempo para tonterías ahora.
- Entonces es así, lo nuestro no significo nada, pero Ray yo te amo, esa mujer...
Sabia que se había enterado de lo de Sofia, pero la realidad es que no hay nada serio con ella tampoco, solo somos una pareja, no se...
- Va por el club presumiendo el precioso collar que le obsequiaste, diciendo que es tu prometida, claro ahuyentando a todas las mujeres que deseen intentar algo, el soltero más codiciado ahora esta prometido? de verdad?
Me asombran sus palabras, pero se que seria capas de cualquier cosa por hacer que termine con Sofia, para volver con ella.
- Mira, yo no estoy prometido con nadie, y si así fuera ese no es asunto tuyo Almira, tu y yo terminamos hace tiempo, solo eran encuentros, no había amor, era solo pasión, no comprendo por que si puedes tener y comprar a cualquier hombre, por que te aferras a mi, yo no te amo, comprende.
Ella pone seguro en la puerta, camina hacia mi, y se desata el saco, lleva una lencería uff, increíble, mi cuerpo de inmediato recuerda nuestros encuentros, lo bien que la pasábamos, pero no debo hacer esto.
- No haremos nada, mucho menos aqui.
Ella se coloca sobre sus rodillas, y mi m*****o reacciona de inmediato, me altera tanto que la giro contra el escritorio y la penetro con fuerza, maldita sea, pero es que esa forma de ser de esta mujer me hace hervir la sangre, ella disfruta al igual que yo de esto, sabía que tenerla cerca no era bueno, me aleje de ella por que deseaba algo mas, pero yo solo busco satisfacer mi antojo, mis ganas.
Cuando terminó ella se abraza mi, intentando recuperar la respiración, me acomodo mis ropas y le digo que tiene que irse.
- No quiero que vengas de nuevo, esto no volverá a suceder.
- Te espero esta noche en mi casa, tenemos que hablar.
- No puedo ir, tengo mucho que hacer.
- Quieres que te deje en paz, tienes que ir a mi casa esta noche...
Suspiro pesadamente y acepto, ya no quiero verla de nuevo por aqui, ahora me siento terrible por hacer esto, pues tengo una relación con Sofia, maldita sea, por que esa debilidad Raymond.
Casi es hora de salir de la empresa, recibo un texto de Almira, le digo que solo tengo un momento para pasar, pues necesito hacer algunas cosas, quizá sea un error ir a su casa, pero necesito que le quede claro que las puertas de la empresa están ahora cerradas para ella.
Salgo directo a su hogar, quiero terminar con esto de una buena vez.
Cuando llego Ralph el mayordomo me saluda con gusto, es un buen hombre, demasiado, tiene que soportar las ofensas de Almira, que suele ser muy grosera con el servicio.
- Hola Ralphy, como estas.
- Señor Denter, creí que ya no lo veríamos por aqui, cuando la señora me comento que vendría me alegre, lo hemos hechado de menos.
- Ya lo vez, necesito terminar esto Ralphy, y sabes como es tu jefa, pero me da gusto verte de nuevo.
- La señora lo espera en la salita para hablar, lo Guió?
- No te preocupes, se donde esta, no te pierdas Ralphy.
El sonríe, el tiempo en que yo visitaba a Almira, el siempre fue amable conmigo, de hecho yo fui quien le recomendó invertir en un pequeño negocio, que le ha rendido frutos, cuando se retire tendrá una buena cantidad para vivir cómodamente.
Abro la puerta y observó a Almira sentada, ella se pone de pie y va hacia mi emocionada, me da un fuerte abrazo, me toma de la mano y me lleva a sentarme a su lado.
- Te he hechado tanto de menos...
Me dice feliz.
- Tenemos que hablar, quiero que las cosas queden claras entre nosotros Almira.
- Si, lo se, pero necesitaba hablar contigo, es algo importante Ray.
- Te escucho entonces...
Le digo para que hable.
- Ray, recuerdas nuestro último encuentro, fue hace 2 meses, recuerdas?
- Si, vine a tu hogar, que con ello.
- Recuerdas que el preservativo se rompió, y que te dije que estaba utilizando pastillas...
- Si, lo recuerdo, por que me dices eso.
Ella toma mis manos y las coloca en su vientre, me quedo de piedra, esto no, no puede ser, no, no puede!!!
- Estoy embarazada Ray! Vamos a ser papás!!
Cuando escucho esas palabras el mundo se me viene encima, yo, no quiero hijos, eso no, no puede estar sucediendo, recuerdo que el preservativo se rompió, pero también recuerdo que ella tomaba pastillas, o al menos eso fue lo que me dijo.
- Pero no se supone que tu también te cuidabas, eso no...
- Si, pero el medico me dice que cualquier método por muy bueno que sea puede llegar a fallar, y pues así sucedió.
La observo, estoy asombrado, yo, claro no quiero hijos, pero no tengo el corazón de asesinarlo tampoco... Maldita sea qué hiciste Raymond.
- Y que piensas hacer?
le pregunto aun asombrado por la noticia.
- Es tuyo, así que quiero tenerlo Raymond.
Suspiro pesadamente, no se que voy a hacer ahora.
- Pues, yo voy a apoyarte, lo que necesites...
- Necesito que te cases conmigo, no quiero tener a este bebe y que las personas hablen aun peor de mi, no quiero eso Raymond....
Me asombro de inmediato, eso no, no sucederá, yo no puedo casarme.
- Te daré mi ayuda, le daré mi nombre, pero no voy a casarme contigo, eso no...
Almira se asombra, y después llena de furia me dice.
- Pues si no te casa conmigo voy a abortarlo, no tendré un hijo fuera del matrimonio.
- Y ahora si te preocupa eso, después de que te dije que yo no buscaba nada serio, me dices que accidentalmente! quedaste en estado, no voy a casarme, y si te deshaces de él será tu conciencia la que persiga su muerte, no la mía, esa es tu decisión, yo no puedo hacer nada por obligarte a tenerlo, yo te ofrezco mi ayuda, mi nombre, no puedo hacer más...
- Esa es tu decisión, avísame lo que quieres hacer...
Salgo de ahi no sin antes escuchar su amenaza.
- Te vas a arrepentir de esto Raymond, te lo juro!!
Salgo de ahi de mal humor, triste, maldita, sea, tengo que hablar con ella, quizá me mande al diablo pero, debo ser sincero con Sofia...