Dante disfrutaba de la vista, Isa era una mujer que desde el primer momento le llamo la atención, no esperaba tenerla desnuda sobre su cama tan pronto. Su piel trigueña combinaba con las sabanas blancas, su cabello n***o le daba ese toque sensual a sus hombros, sus pezones parados era la prueba de lo excitada que Isa se encontraba. Saco los dedos del interior de Isa camino asta el muble y de ahí saco un sobre. — ¿cómo te gusta?. —Le pregunto a Isa mientras rompía el empaque del preservativo. —Duro, así lo quiero… quiero que me des duro. —Isa acariciaba sus pechos recorriendo el cuerpo de Dante de arriba abajo, su voz salió entre cortada por la excitación. La habitación comenzó a subir de temperatura, el termostato está que explotaba, Isa no soportaba más, quería sentirlo dentro de ella

